La percepción de la capacidad militar de Venezuela ha sido objeto de debate y análisis durante años. A pesar de las sanciones económicas y la crisis humanitaria, el país ha realizado inversiones significativas en su sector defensa, lo que ha llevado a algunos a cuestionar la facilidad de una eventual intervención militar.
Un Eje Defensivo Consolidado
Venezuela ha construido un sólido eje defensivo basado en varias estrategias:
- Adquisiciones de armamento ruso y chino: El país ha adquirido una amplia gama de sistemas de armas modernas, incluyendo aviones de combate Sukhoi, tanques T-72, sistemas antiaéreos S-300 y misiles balísticos. Estas adquisiciones han fortalecido significativamente su capacidad de disuasión y defensa aérea.
- Militarización de la Guardia Nacional Bolivariana: La Guardia Nacional ha sido equipada con armamento pesado y ha asumido un papel cada vez más protagónico en la seguridad interna y externa del país, convirtiéndose en una fuerza de combate de relevancia.
- Fortalecimiento de las milicias populares: La creación de milicias civiles ha permitido incrementar el número de efectivos militares y ampliar la capacidad de respuesta ante posibles amenazas.
- Geopolítica favorable: La ubicación estratégica de Venezuela, con costas en el Caribe y el Atlántico, y la presencia de importantes reservas de petróleo, la convierten en un objetivo atractivo para potencias extranjeras. Sin embargo, su compleja geografía y la extensa red de ríos y selvas dificultan significativamente las operaciones militares a gran escala.
¿Por qué una intervención sería compleja?
- Terreno accidentado: La geografía venezolana, con sus extensas zonas montañosas y selváticas, dificulta las maniobras militares y favorece la guerra de guerrillas.
- Amplia red de túneles y refugios: Venezuela ha desarrollado una extensa red de túneles y refugios subterráneos, lo que permitiría a las fuerzas armadas resistir un ataque prolongado.
- Apoyo popular: A pesar de la crisis humanitaria, el gobierno de Nicolás Maduro cuenta con un núcleo de apoyo popular que podría movilizarse en caso de una agresión externa.
- Riesgo de escalada: Una intervención militar en Venezuela podría desencadenar una crisis regional y tener implicaciones globales, lo que disuade a muchos países de involucrarse en un conflicto directo.
- Sanciones internacionales: Las sanciones impuestas a Venezuela han limitado su capacidad económica, pero también han generado un sentimiento antiimperialista que podría fortalecer la cohesión interna.
Más allá de la fuerza militar
Si bien la capacidad militar de Venezuela es un factor importante a considerar, no es el único. Otros elementos, como el apoyo internacional, la moral de las tropas, la inteligencia y la logística, también desempeñan un papel crucial en el éxito o fracaso de una operación militar.
En conclusión, afirmar que Venezuela es una "fortaleza militar inexpugnable" sería una exageración. Sin embargo, es evidente que el país ha realizado importantes inversiones en su defensa, lo que dificulta significativamente cualquier intento de intervención militar. La combinación de factores geográficos, políticos y militares hace de Venezuela un escenario complejo y desafiante para cualquier potencia extranjera.