Se hizo mundialmente conocida por la serie Sensación de vivir (Beverly Hills, 90210) y su brillo como actriz se fue apagando paulatinamente a medida que el fenómeno perdía fuerza, aunque continuó haciendo películas y series de televisión casi hasta el final de sus días. Shannen Doherty falleció este sábado tras una larga lucha contra el cáncer que padecía desde 2015. Tenía 53 años.
Su muerte fue confirmada a la revista People por su publicista, Leslie Sloane. «Con gran pesar confirmo el fallecimiento de la actriz Shannen Doherty. El sábado 13 de julio perdió la batalla contra el cáncer después de muchos años de luchar contra la enfermedad», indicó. «La devota hija, hermana, tía y amiga estaba rodeada de sus seres queridos y de su perro, Bowie. La familia pide privacidad en este momento para poder llevar el luto en paz».
La intérprete de Memphis, Tennessee, había convertido su lucha contra el cáncer de mama en una suerte de activismo. Tenía un pódcast, Let's Be Clear With Shannen Doherty, donde hablaba de forma abierta sobre el impacto de su enfermedad en su vida y en su carrera.
Diagnosticada en 2015, la también protagonista de Embrujadas parecía que había logrado controlarlo tras anunciar en 2017 que el cáncer estaba remitiendo. Sin embargo, dos años más tarde comunicó que la enfermedad había vuelto y se había expandido por otras partes de su cuerpo, incluyendo el cerebro y los huesos. Aún así, siguió adelante. «No he terminado con la vida. No he terminado de amar. No he terminado con la creación. No he terminado con la esperanza de cambiar las cosas para mejor», decía en una entrevista con People. «No es que tenga miedo a morir, simplemente, no me quiero morir».
Es el final prematuro de una actriz que comenzó a actuar con solo 10 años y que se hizo con la gran oportunidad de su carrera al dar vida al personaje de Brenda Walsh, la hermana gemela de Brandon -interpretado por Jason Priestley- durante cuatro temporadas y 111 episodios. Su romance con Dylan, el personaje que encarnaba Luke Perry -fallecido en 2019 de un infarto con solo 52 años-, alcanzó enormes cotas de popularidad e incluso polémica por la decisión de la adolescente de perder su virginidad en la primera temporada.
La serie, producida por el poderoso Aaron Spelling, se emitió durante 10 temporadas y fue la primera de varios productos posteriores como Melrose Place, Models Inc y posteriores revivals en donde Doherty tuvo la oportunidad de reencontrarse con su papel muchos años después de haber abandonado la serie.
La original se centraba en un grupo de adolescentes de instituto de Beverly Hills en sus años previos a su ingreso a la universidad. Brenda y Brandon Walsh formaban parte de una familia recién mudada a Beverly Hills desde Minnesota, tratando de encajar entre el pijerío y la opulencia del tradicional barrio rico californiano a mediados de los 90.
Poco tardaron sus protagonistas en hacer furor y convertirse ídolos de juventud a nivel mundial y en carnaza de las revistas del corazón, todos tan blancos, tan guapos y tan perfectamente ricos. Sus crisis de primer mundo radicaban, en gran medida, en ataques de celos por los ocasionales cuernos de unos y de otros, aunque en sus 10 temporadas se tocaron temas de drogas, alcoholismo, suicidio o antisemitismo.
Podría haber sido una mina de oro aún mayor para Doherty de no haber sido por su abrupta salida en 1994. Su mala relación con productores y algunos compañeros de reparto, especialmente con Jenny Garth -que hacía de Kelly Taylor-, la llevaron a tomar la decisión de abandonar la serie.
Cuatro años tardó en encontrar un nuevo papel que encajara con sus pretensiones. En Embrujadas hacía el papel de bruja, la mayor de tres hermanas con poderes sobrenaturales junto a Alyssa Milano y Holly Marie Combs. Tres episodios alcanzó a dirigir, siendo el último su aparición final en la creación de Constance Burge.
Shannen Maria Doherty nació el 12 de abril de 1971, hija de un especialista hipotecario y una peluquera. Con su familia se mudó a Los Ángeles y poco después logró un papel en la mítica La casa de la pradera. Participó en 18 episodios. Se haría también un hueco en el reparto de Nuestra casa, un drama televisivo de NBC.
Doherty mantendría la racha con su papel en Escuela de jóvenes asesinos (1988), junto a Winona Ryder y Christian Slater. Pero nada como Sensación de vivir y el fenómeno mundial en el que se convirtió, tan amada como detestada durante aquellos años e icono de la cultura pop de los 90.