En 2008, la UNAM dio a conocer la noticia de que en la CDMX podría darse el nacimiento de un nuevo volcán, específicamente en la región ubicada al sur de la ciudad.
En un estudio llamado "Método para pronosticar la localización de un nuevo volcán al sur de la Ciudad de México", investigadores del departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica de la UNAM indicaron que, aunque la predicción de las erupciones o del nacimiento de nuevos volcanes es una tarea difícil, hay algunas estimaciones sobre dónde podría surgir uno nuevo.
Entre los distintos tipos de volcanes que pueden surgir, la UNAM menciona los monogenéticos. Estos no pueden predecirse en cuanto a la localización de su próxima erupción, mientras que en los grandes, como el Popocatépetl, se conoce la localización de su cráter.
Los volcanes monogenéticos son aquellos que se forman durante erupciones que suelen durar desde algunos días hasta decenas de años, y que involucran pequeños volúmenes de magma, sin desarrollar cámaras magmáticas en la corteza superior de la Tierra donde se almacena el magma.
A pesar de su menor tamaño comparado con los grandes volcanes, una investigación de la Unidad de Recursos Geológicos y Geotérmicos del INENCO y el Instituto de Bio y Geociencias del Noroeste Argentino indica que los monogenéticos tienen características complejas en su forma y composición, además de sus niveles de riesgo, lo que complica su estudio y seguimiento.
La evidencia, el caos y la aclaración
Para determinar el origen de un nuevo volcán, Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, y Roberto Villalpando, de la UAM Azcapotzalco, analizaron las emisiones difusas de dióxido de carbono en el suelo.
Con esto, los científicos encontraron dos zonas de emisión anómalas de CO2: una cerca del Colegio Militar y otra cerca de Tenango, en el Estado de México. Estas anomalías, según el documento, están relacionadas con rasgos tectónicos activos y potenciales conductos de magmas en ascenso, es decir, la posible generación de volcanes.
Luego de una segunda publicación llamada "Evaluación de la amenaza espacio-temporal de un campo volcánico monogenético cerca de la Ciudad de México", algunos medios de comunicación comenzaron a alertar sobre el riesgo inminente que significaría el posible nacimiento de un nuevo volcán en la zona.
Para evitar confusiones, y luego de una serie de notas periodísticas donde se afirmaba que los investigadores de la institución preveían el nacimiento de un nuevo volcán, la Universidad compartió un breve comunicado.
En este, indicaron que aunque era cierto que se preveía el nacimiento de un nuevo volcán en la región, este evento podría ocurrir entre 800 y 1,200 años en el futuro.
La fecha de un nuevo volcán en CDMX
La zona sur de la CDMX está rodeada por el Campo Volcánico de Chichinautzin, una cadena montañosa donde se encuentran varios volcanes monogenéticos, como el Xitle, Cerro Pelado y Ajusco.
En esta región, según la UNAM, puede surgir un nuevo volcán aproximadamente cada 1,700 años.
Debido a la repetición de notas periodísticas en el sentido de que investigadores prevén el nacimiento de un volcán en la Ciudad de México, la UNAM aclara… esto podría ocurrir en 800 o 1,200 años. pic.twitter.com/ZRkQpxodPh
Dado que la última erupción en la zona ocurrió hace 1,700-2,000 años, según la evidencia, el sur de la CDMX es propenso a registrar un evento de este tipo en un futuro cercano, por lo que la probabilidad crecerá con el tiempo.
Aunque el pronóstico de erupciones no es una ciencia exacta, hay algunos avances para poder determinarlas de una forma más precisa, monitoreando los volcanes con métodos como la actividad sísmica, la deformación del suelo, el flujo de gas, análisis químico del magma de un volcán y la ceniza volcánica.