Algo está pasando en el Sol. Los científicos han detectado que tiene nuevas manchas solares que recuerdan al fantástico incidente reciente que provocó la aparición de auroras boreales en lugares donde nunca habríamos imaginado verlas. ¿Significa que están de camino más auroras o podría pasar algo totalmente distinto en esta ocasión?
Los últimos días han sido críticos para la actividad que se está produciendo en el Sol. Los científicos han visto que una de las regiones de manchas solares del astro, aquellas en las que se pueden ver esas curiosas marcas que inquietan tanto como sorprenden, está teniendo una actividad inesperada. Ocurrió lo mismo hace unos meses y eso generó las imponentes auroras de las que hablamos.
Así es la mancha solar AR 3697
La mancha solar que provocó las auroras fue la AR 3664, la cual dejó de estar visible semanas atrás. Ahora es el turno de AR 3697, otra mancha solar cuyos efectos todavía está por ver hasta dónde llegan. De momento, los científicos están haciendo un seguimiento constante de su actividad y, en los últimos días, aunque se han producido erupciones, han estado bastante bajo control.
Si podría ser, en un futuro cercano, una mancha solar que provoque una erupción tan poderosa como las que se registraron anteriormente, es algo que desconocemos. Lo que sí se está viendo es que está generando una gran cantidad de erupciones, desde una X 2.8, que fue la primera, hasta otras de tipo X1.45 o X1.4.
Por ahora no hay tormenta solar
De momento no se ha producido una tormenta solar que desencadene los efectos de lo que ocurrió en el mes de mayo y que revolucionó el mundo de una manera contundente. Pero los científicos tienen claro que, con total precisión, no saben qué puede llegar a ocurrir. Para que se produzcan las auroras boreales no solo se tiene que generar la erupción solar, sino que también tiene que estar presente una enorme expulsión de plasma solar y producirse un campo magnético que desencadena los efectos que notamos en la Tierra. Por lo tanto, se trata de una combinación peculiar.
Lo que pensaban algunos especialistas es que la mancha solar perdería su fuerza con rapidez y que acabaría generando erupciones de menor categoría hasta que sus efectos ya no se llegasen a apreciar. Y, en principio, parecía que iba a ser así. Después de las erupciones solares de categoría X que se habían producido, la mancha había comenzado con erupciones de nivel muy inferior, las categorizadas como M. Pero, y esto es lo interesante, algunos científicos mencionan que no saben qué ocurrirá, puesto que ahora tienen en las manos unas previsiones que indican que podrían llegar a volverse a ver erupciones superiores.
Según estas previsiones, hay un 30% de posibilidades de que volvamos a ver erupciones solares potentes. Además, se cree que podrían ser más frecuentes e intensas debido a que la posición en la que se encuentra la mancha solar está tiene una ruta de acción enfocando directamente hacia la Tierra. Por lo tanto, las opciones aumentan todavía más. Eso nos deja en una posición en la que, como los científicos piensan, puede ocurrir cualquier cosa.
Además, comentan que no deberíamos decepcionarnos si, al final, la mancha solar AR 3697 no genera de nuevo una tormenta que nos lleve a ver auroras borales. El motivo de ello es que el Sol se encuentra acercándose al momento álgido en su ciclo de actividad, algo que no ocurre anualmente, sino cada largos periodos de tiempo. Estas son buenas noticias, ya que, como recordarás, el efecto de las auroras hizo que el mundo entero se sorprendiera con lo que estaba ocurriendo en el Sol.
Tal y como podemos ver en las imágenes que comparte la NASA, este tipo de erupciones son realmente espectaculares y, por otro lado, nos dejan ver lo infinitamente pequeña que es la Tierra en comparación al Sol. Por eso, todo lo que ocurre en el astro que nos da calor, acaba afectándonos de una forma tan directa. Así que, no sabemos qué ocurrirá, pero no podemos decir que no tengamos ganas de hablar de nuevo de las auroras boreales.