La hora de la victoria para Julian Assange, fundador de Wikileaks y encerrado por años en la embajada de Ecuador en Londres y actualmente en la cárcel de Belmarsh, de alta seguridad, en la capital británica. El tribunal superior en el caso contra la extradición a Estados Unidos se pronunció este lunes a favor de que apele.
Los jueces habían aplazado una decisión sobre si Assange podía llevar su caso a otra audiencia de apelación.
Julian Assange obtuvo la victoria en su batalla en curso contra la extradición en el Reino Unido después de que los jueces del Tribunal Superior de Londres le concedieran permiso para apelar.
En marzo, dos jueces aplazaron una decisión sobre si Assange, que intenta evitar ser procesado en Estados Unidos por cargos de espionaje relacionados con la publicación de miles de documentos clasificados y diplomáticos, podría llevar su caso a otra audiencia de apelación.
Condiciones
A Assange se le había concedido permiso para apelar sólo si la administración Biden no podía proporcionar al tribunal garantías adecuadas “de que el solicitante Assange puede basarse en la primera enmienda, que el solicitante no se ve perjudicado en el juicio, incluida la sentencia, por razón de su nacionalidad, que se le conceden las mismas protecciones de libertad de expresión de la Primera Enmienda que a un ciudadano estadounidense, y que no se le impone la pena de muerte”.
Argumento legal
El argumento legal del lunes se centró en la cuestión de si a Assange se le permitirían protecciones de la primera enmienda. El equipo de Assange no cuestionó las garantías sobre la pena de muerte y aceptó que se trataba de una “promesa ejecutiva inequívoca”.
La primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza la libertad de expresión, religión, prensa, reunión y petición al gobierno.
Assange ha sido acusado de 17 cargos de espionaje y un cargo de uso indebido de computadora, lo que lo expone a un máximo de 175 años de prisión, por la publicación en su sitio web de un tesoro de documentos clasificados estadounidenses hace casi 15 años.
Los fiscales estadounidenses alegan que Assange, de 52 años, alentó y ayudó a la analista de inteligencia del ejército estadounidense, Chelsea Manning a robar cables diplomáticos y archivos militares que WikiLeaks publicó, poniendo vidas en riesgo.