La vida del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ya no corre peligro después de haber sido intervenido de urgencia durante la noche tras sufrir un intento de asesinato este miércoles a la salida de una reunión de gobierno en la ciudad eslovaca de Hanlová. El atacante, detenido durante el tiroteo, disparó cinco veces a Fico, de 59 años, mientras saludaba en la calle a varios residentes que se habían acercado hasta el centro cultural en el que se daba cita su gabinete. “Me quedé muy impactado”, ha informado el vice primer ministro eslovaco y titular de Medio Ambiente, Tomas Taraba, a la cadena BBC, “afortunadamente, hasta donde yo sé, la operación salió bien, y supongo que al final sobrevivirá. No está en una situación que ponga en peligro su vida en este momento”. Según Taraba, una bala atravesó el estómago de Fico y una segunda, una articulación. El titular de Defensa, Robert Kalinak, ha añadido que el jefe del Gobierno eslovaco se encuentra todavía en la mañana de este jueves grave, pero estable. La directora del hospital, Miriam Lapuníková, ha informado además de que Fico sufrió varias heridas y que la operación duró cinco horas.
El Consejo de Seguridad y el Ejecutivo eslovacos mantienen conversaciones durante la mañana de este jueves. El intento de magnicidio, que ha dejado conmocionada a la sociedad eslovaca, ha motivado la condena unánime de la comunidad internacional, desde Washington a Moscú, pasando por Bruselas, sede de las instituciones comunitarias, y Naciones Unidas. La presidenta eslovaca en funciones, Zuzana Caputová, ha invitado a todos líderes de los partidos parlamentarios a una reunión conjunta y ha pedido rebajar la tensión política en la sociedad eslovaca.
Las autoridades del país investigan ahora el motivo del ataque y si hubo alguna negligencia en las medidas de seguridad desplegadas en torno al jefe del Gobierno en el momento del tiroteo. El autor de los disparos pudo descerrajar su arma prácticamente a bocajarro, separado de Fico tan solo por una valla de contención.
Las primeras informaciones facilitadas el miércoles tras el ataque hicieron temer por la vida del primer ministro eslovaco. Kalinak manifestó en una conferencia de prensa que Fico había sufrido “politraumatismos graves” a causa del impacto de varios proyectiles. Su compañero en Interior, Matus Sutaj Estok, informó mientras el primer ministro era intervenido que su vida corría peligro. El Gobierno eslovaco ha calificado el intento de magnicidio como “políticamente motivado”.
De acuerdo con el relato de varios testigos del ataque, tras escucharse varias detonaciones, el primer ministro cayó al suelo y fue trasladado a un vehículo para llevarlo a un hospital. Posteriormente fue transportado por helicóptero a la capital regional, Banska Bystrica, para recibir tratamiento urgente. Su condición era demasiado grave para que lo llevaran a Bratislava, la capital del país, a unos 200 kilómetros de distancia de donde se produjo el intento de asesinato.