El Departamento de Estado de Estados Unidos retiró este miércoles a Cuba de la lista de países “que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas” de Washington. No se trata de la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo, en la que la Isla permanece pese a las protestas internacionales del régimen, sino de otro inventario de menor envergadura, como explica un documento oficial al que tuvo acceso Martí Noticias.
“El 15 de mayo, el Secretario de Estado de EE UU determinó y certificó, bajo la Sección 40A de la Ley de Control de Exportaciones de Armas, que cuatro países –Corea del Norte, Irán, Siria y Venezuela– no cooperaban plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos en el año calendario 2023”, cita Martí el documento, en el que no se incluye a la Isla.
Para ese año, por tanto, el estatus de Cuba cambió respecto a 2022, cuando sí estuvo en esta relación de países. Hasta la fecha, la Isla había permanecido en el listado –que prohíbe a Estados Unidos exportar armas u ofrecer servicios y artículos de defensa a los países que están incluidos– por tres años consecutivos.
La campaña del régimen para presionar a Washington para que retire el nombre de Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo lleva meses cobrando intensidad
La campaña del régimen para presionar a Washington para que retire el nombre de Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo –que supone medidas más graves– lleva meses cobrando intensidad. El anuncio ha levantado las suspicacias de algunos congresistas de origen cubano que, como María Elvira Salazar, opinan que se trata de “una nueva señal de que la Administración Biden está allanando el camino para quitar a Cuba de la lista”.
“¿Cómo es posible que una dictadura que financia el terrorismo en América Latina, apoya a Hamas y ampara a terroristas internacionales en su territorio ahora ‘coopere’ con Estados Unidos en materia de antiterrorismo? Una vez más la Casa Blanca peca de inocente o es bastante evidente su condescendencia con el régimen de Castro/Díaz-Canel”, dijo Salazar, citada por América TeVé.
El pasado abril, en una reunión con altos funcionarios de Washington, el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossío, volvió a protestar por la aparición de Cuba entre estos países. Semanas antes, en febrero, en un encuentro entre representantes de Estados Unidos y Cuba para mejorar los canales de coordinación policial y judicial entre ambos países, la Isla entregó su propia relación de “terroristas” –la mayoría residentes en Estados Unidos– a la Casa Blanca y pidió su cooperación.
Por su parte, el exilio cubano en EE UU ha dado respuesta a la campaña del régimen. El pasado marzo, un grupo de congresistas republicanos de origen cubano pidió al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que mantenga a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, una categoría que conlleva sanciones para la Isla. La petición ocurrió en el marco de un viaje a Cuba de dos congresistas del ala progresista del Partido Demócrata que se reunieron con Díaz-Canel.
El propio mandatario ha exigido en múltiples ocasiones que se retire al Gobierno del listado
El propio mandatario ha exigido en múltiples ocasiones que se retire al Gobierno del listado que, asegura, supone grandes pérdidas en materia económica para la Isla. La alusión más reciente la hizo en una entrevista con el periodista español Ignacio Ramonet, en la que asegura que a inicios de 2020, “cuando quedaban alrededor de ocho o diez días para que Trump abandonara la Casa Blanca”, EE UU incluyó a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. “Y ahí sí, de golpe, todas las agencias bancarias y todas las instituciones financieras nos dejan de dar créditos”.
Acerca del porqué la actual Administración estadounidense ha mantenido las sanciones a la Isla, el presidente argumentó que EE UU prioriza “los intereses de una minoría, que es la mafia cubanoamericana”.