Están por todo nuestro organismo -desde el cerebro hasta el hígado- y trabajan liberando moléculas nocivas que degradan los tejidos afectando la cognición, aumentando nuestra fragilidad y debilitando el sistema inmune. Y su número aumenta a medida que envejecemos. Son las células senescentes, a menudo llamadas células zombis.
Con la edad, las células pueden experimentar “senescencia”, un estado en el que dejan de crecer y de dividirse pero se resisten a morir y continúan lanzando una combinación perjudicial de señales biológicas nocivas.
Cuando una persona es joven el sistema inmune puede eliminar las células senescentes. Pero muchas logran persistir contribuyendo a problemas de salud y enfermedades asociadas con la edad.
Es por eso que durante más de una década varios equipos de científicos han estado investigando formas para destruir estas células y detener así los problemas del envejecimiento.
¿El secreto para una vejez sana?
Las enfermedades, las lesiones y otros factores de estrés dañan las células de todo nuestro cuerpo. Idealmente, nuestro sistema inmune elimina las células dañadas mediante un proceso llamado apoptosis.
Pero a medida que envejecemos, nuestro organismo ya no es tan eficaz para eliminar células disfuncionales, y esto puede contribuir a un sistema inmune debilitado y otros procesos biológicos menos eficientes.
Lo que cada vez más investigadores están explorando es si la senescencia celular podría ser la clave para revitalizar los tejidos envejecidos y aumentar los años de vida saludable.
Senolíticos contra el envejecimiento
Un estudio publicado en 2015, también llevado a cabo en la Clínica Mayo en Rochester, descubrió que una combinación de dos compuestos -desdatinib y quercetina- podía matar células senescentes en ratones ancianos.
Después de suministrar los compuestos a los ratones estos se volvieron menos frágiles, aumentaron su resistencia al correr y sus corazones se vieron rejuvenecidos.
El descubrimiento condujo a una nueva área de la medicina llamada senolítica.
Desde entonces se han publicado numerosos estudios en animales y humanos en los que se están probando medicamentos nuevos y reconvertidos que podrían tener propiedades senolíticas contra enfermedades asociadas a la edad.