La oposición venezolana entra en una semana clave. El chavismo ha impuesto la agenda electoral y ha vetado la participación de María Corina Machado, inhabilitada tras una artimaña judicial. En pocos días se abre el plazo de siete días para las postulaciones de candidatos que se hacen en línea a través de la plataforma del Consejo Nacional Electoral. Nicolás Maduro ya fue ungido por los suyos. La Plataforma Unitaria mantiene su apoyo a Machado, electa con más de dos millones de votos en unas primarias hechas cuesta arriba que resultaron exitosas, quien no podrá inscribirse.
En un mensaje en sus redes sociales la candidata ha asegurado que se mantiene en la ruta electoral, pero ha dejado en el aire el veto sobre su candidatura no impedirá que la oposición tenga una opción en las presidenciales fijadas para el 28 de julio. “Tengan la tranquilidad y la confianza que tomaré las decisiones correctas para avanzar en este camino, con la participación y el apoyo de todos los sectores que queremos un cambio urgente en Venezuela”.
Aunque Machado no lo ha dicho expresamente, el dilema de la inscripción de un sustituto al que la dirigente pueda alzarle la mano y de alguna manera endosarle su capital político debería zanjarse pronto, pues el cronograma corre. Del 21 al 25 los aspirantes podrán inscribirse a través de la plataforma digital del CNE. En su mensaje ha emplazado al Gobierno sobre los caminos que puede tomar: “Facilitar una transición negociada a través de elecciones presidenciales libres en el marco del acuerdo de Barbados” o irse por la opción de arrebatar la elección por las malas. “Esta es la peor opción para todos y además, no evitaría la transición, ya que ni el país ni el mundo lo aceptaremos. Pueden demorar la transición pero no impedirla”, aseguró. Machado pidió serenidad y ha convocado a su lado no solo a los que fueron chavistas sino a las bases actuales del Partido Socialista Unido de Venezuela. “¿A que le teme Maduro? Le teme a la voluntad arrolladora del país que quiere cambio”, dijo. “Nunca en 25 años hemos estado con 80% de apoyo de cara a una elección presidencial. Mano ganada no se tranca”.
Son días desafiantes.
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) March 18, 2024
Avancemos con firmeza y serenidad. pic.twitter.com/oSU4seamMA
Todo indica que Manuel Rosales, el gobernador del estado Zulia, fundador de Un Nuevo Tiempo, y dirigente fundamental de la oposición venezolana, tiene interés es en ser, por consenso o descarte, candidato presidencial de las corrientes democráticas. Luis Emilio Rondón, uno de sus hombres de confianza, ha puesto públicamente su nombre sobre la mesa, como un potencial hombre de unidad en caso de una inevitable sustitución de María Corina Machado. Rosales, que ya fue candidato en 2006, ha exigido el fin de las sanciones internacionales, y es uno de los pocos políticos de oposición que tiene algún tipo de relación política con Maduro. La tarjeta de Un Nuevo Tiempo, un partido socialdemócrata de línea moderada que es parte de la Plataforma Unitaria, es una de las pocas habilitadas por el Consejo Nacional Electoral para participar en la contienda.
Durante el fin de semana, las autoridades depuraron la lista de partidos autorizados a participar. Además de la posición de UNT fue admitida la de la Mesa de la Unidad Democrática, la más votada por la oposición en los últimos años, a la cual el chavismo contrapuso una tarjeta zombi, la de MIN-Unidad, que replica algunos de sus símbolos. De las 34 organizaciones admitidas, 11 fueron intervenidas judicialmente en años pasados para imponer directivas afines al chavismo. El resto son organizaciones de poco alcance y aliados de Maduro. El cronograma electoral avanza en la apertura del registro electoral en algunos puntos en plazas del país y, en el exterior, con protestas de venezolanos que encontraron que los consulados no estaban preparados para la jornada.
Los partidos de la Plataforma Unitaria, que no tienen unas relaciones especialmente buenas con Machado, han declarado públicamente que están dispuestos a seguir sus directrices para fortalecer la ruta electoral, camino sobre el cual esta vez sí hay absoluto consenso. Puertas adentro, sin embargo, las conversaciones son tensas, con intereses opuestos, y apremiadas además por la urgencia. Manuel Rosales, apuntan algunas voces, no tiene muchas posibilidades de ser aceptado por el equipo político de María Corina Machado.
Machado tiene unos niveles de popularidad y ha construido un movimiento con un capital político muy superior a la de los políticos de la Plataforma Unitaria, si bien su liderazgo obra en un contexto amenazante y peligroso. No parece nada probable que se decida a declinar, ceder o entregar su liderazgo en un proceso pactado para ceder su poder a otros factores. Las fuentes consultadas, muy herméticas, que reconocen la tensión interna, indican que se hará lo necesario para darle conducción a cualquier acuerdo. Pero en los términos de Machado.