Nikki Haley suspenderá su campaña presidencial el miércoles tras sufrir una contundente derrota en varias partes del país el supermartes, según personas conocedoras de su decisión, que dejará a Donald Trump como el último gran aspirante a la nominación republicana a la presidencia en 2024.
Tres personas con conocimiento directo, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a hacer comentarios públicamente, confirmaron la decisión de Haley antes de un anuncio oficial programado para el miércoles por la mañana.
Haley no planea respaldar el mensaje de Trump, según personas informadas sobre sus planes. En cambio, instará al expresidente a buscar el apoyo de la coalición de republicanos moderados y votantes independientes que la apoyaron.
Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, fue la primera rival importante de Trump cuando entró en la carrera en febrero de 2023. En la etapa final de su campaña, advirtió agresivamente al Partido Republicano que se había alineado con Trump. , quien, según dijo, está demasiado consumido por el caos y los agravios personales como para derrotar al actual presidente, Joe Biden, en las elecciones generales.
La salida de Haley allana el camino para que Trump se centre en su probable revancha con Biden en noviembre. El expresidente va camino de conseguir los 1.215 delegados necesarios para ganar la nominación republicana este mes.
La derrota de Haley fue un golpe doloroso pero predecible para los votantes, donantes y miembros del Partido Republicano que se oponen a Trump y su estilo combativo de política "Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande". Era especialmente popular entre los votantes moderados y con educación universitaria, grupos que probablemente desempeñarían un papel crucial en las elecciones generales. No está claro si Trump, quien recientemente declaró que los donantes de Haley serían excluidos permanentemente de su movimiento, podrá unificar a un partido profundamente dividido.
Haley abandona la campaña presidencial de 2024 después de hacer historia como la primera mujer en ganar una primaria republicana. Derrotó a Trump en el Distrito de Columbia el domingo y en Vermont el martes.
Había insistido en que permanecería en la lucha hasta el supermartes y recorrió el país haciendo campaña en los estados que celebraban primarias republicanas. Al final, no pudo revertir el avance abrumador de Trump hacia su tercera candidatura republicana.
Los aliados de Haley señalaron que ella ya había superado la mayoría de las expectativas al llegar tan lejos.
En un principio descartó presentarse contra Trump en 2024, pero luego cambió de opinión y comenzó su campaña tres meses después que él, con argumentos como los problemas económicos del país y la necesidad de un "relevo generacional". Haley, de 52 años, pidió posteriormente que se realizaran pruebas de competencia a los políticos mayores de 75 años, en alusión tanto a Trump, de 77 años, como a Biden, de 81.
Su candidatura tardó en reunir donantes y apoyos, pero finalmente resistió más que todos sus demás rivales del partido, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el exvicepresidente Mike Pence y el senador Tim Scott, también de Carolina del Sur y a quien nombró para el Senado en 2012. Y el dinero fluyó hasta el final. Su campaña recaudó más de 12 millones de dólares sólo en febrero.
Se ganó a muchos donantes republicanos, votantes independientes y el bando del llamado "Nunca Trump", aunque afirmó que el proceso penal contra el magnate tenía motivaciones políticas y prometió que, si llegaba a la presidencia, lo perdonaría si era declarado culpable de un delito. Corte federal.
A medida que se consolidaba la lista de candidatos, Haley y DeSantis peleaban en las primeras votaciones por el segundo lugar a gran distancia de Trump. Ambos se atacaron mutuamente en debates, anuncios y entrevistas, a menudo de forma más directa que Trump.
Haley tardó en criticar directamente a su exjefe.
Mientras hacía campaña en estados con votación anticipada, a menudo elogiaba algunos de los logros de Trump en política exterior, pero gradualmente incluyó más críticas en sus discursos. Alegó que al centrarse en el comercio con China, el ex presidente ignoró las amenazas a la seguridad planteadas por un importante rival estadounidense. Advirtió que debilitar el apoyo a Ucrania sólo "alentaría" a China a invadir Taiwán, una opinión compartida por varios de sus rivales republicanos, aunque muchos votantes republicanos cuestionaron si Estados Unidos debería enviar ayuda a Ucrania.
En noviembre, Haley –una contadora que había enfatizado la eficiencia del gasto de su campaña– obtuvo el apoyo del influyente brazo político de la red Koch. AFP Action hizo una intensa campaña en los estados con votación anticipada para ayudar a Haley a derrotar a Trump.
Después de que DeSantis abandonara la campaña tras la victoria récord de Trump en los caucus de Iowa, Haley contaba con que los votantes de New Hampshire la respaldarían en gran número para evitar que el expresidente regresara a la Casa Blanca.
Sin embargo, perdió en New Hampshire y luego se negó a participar en los caucus de Nevada con el argumento de que las reglas del estado favorecían en gran medida a Trump. En cambio, se postuló para las primarias estatales, que no otorgaron delegados para la candidatura. Aun así, quedó en segundo lugar, detrás de la opción "ninguno de estos candidatos", que el estado ofrece a los votantes descontentos con sus opciones y que muchos partidarios de Trump utilizaron para expresar su rechazo.
A pesar de sus esperanzas de ganar en Carolina del Sur, que la eligió dos veces gobernadora, perdió allí por 20 puntos y en Michigan tres días después por 40. La plataforma AFP Action de los hermanos Koch anunció tras la derrota en Carolina del Sur que dejaría de hacerlo. organizando tu campaña.
Pero al permanecer en la campaña electoral, Haley obtuvo suficiente apoyo de los votantes suburbanos y con educación universitaria para subrayar la aparente debilidad de Trump ante esos grupos.
Haley ha dejado claro que no quiere ser vicepresidenta de Trump ni presentarse a una tercera candidatura organizada por el grupo No Labels. Deja la campaña con una posición nacional fortalecida que podría ayudarla en una futura candidatura a la presidencia.
En los últimos días retiró su promesa de apoyar a quien termine obteniendo la nominación republicana, como se había exigido a los participantes en los debates del partido.
"Creo que tomaré cualquier decisión que quiera", dijo en el programa "Meet the Press" de NBC.
AP