El escenario está listo para una revancha histórica. Joe Biden y Donald Trump, los dos protagonistas de las elecciones de 2020, se verán las caras de nuevo en la contienda presidencial de 2024.
Un déjà vu político. La película política que el país ya ha visto, ahora en una versión que podría ser a color, pero con la misma trama: dos figuras antagónicas que representan dos visiones contrapuestas de Estados Unidos.
Un viaje en el tiempo histórico. La última vez que dos candidatos se enfrentaron en una revancha presidencial fue en 1956, cuando el presidente Dwight D. Eisenhower derrotó a Adlai Stevenson. Sin embargo, la historia nos recuerda otros ejemplos, como el de Grover Cleveland, quien ocupó la presidencia dos veces, en 1885 y 1893, después de perder la reelección en 1889.
¿Revancha épica o copia sin brillo? Los aficionados a la política y al cine podrán comparar esta nueva batalla con ejemplos del celuloide, anhelando que se asemeje a la aclamada "El Padrino II" y no a la criticada "El Padrino III".
Un repaso por las revanchas del pasado. La historia de Estados Unidos guarda varios ejemplos de duelos presidenciales. En 1896 y 1900, William McKinley venció a William Jennings Bryan. En 1836, Martin Van Buren derrotó a William Henry Harrison, quien a su vez se había vengado cuatro años antes. John Adams y Thomas Jefferson también se enfrentaron dos veces, en 1796 y 1800, con victoria alterna.
Un camino solitario. Grover Cleveland es el único expresidente que ha logrado regresar a la Casa Blanca después de perder la reelección. En 1892, Cleveland derrotó al mismo Benjamin Harrison que lo había vencido cuatro años antes.
Otros que lo intentaron. Ulysses S. Grant, Theodore Roosevelt, Millard Fillmore y Martin Van Buren buscaron sin éxito regresar a la presidencia, algunos incluso con diferentes partidos.
Un escenario incierto. La revancha entre Biden y Trump se perfila como un evento histórico. La experiencia y la edad podrían jugar un papel importante, al igual que la evolución del panorama político y social del país.
El futuro está por escribirse. La batalla de 2024 ya ha comenzado. Los dos contendientes se preparan para una campaña que promete ser intensa y llena de emociones. El desenlace aún está por verse, pero una cosa es segura: Estados Unidos vivirá un capítulo memorable en su historia electoral.