Donald Trump fue muy duro con el príncipe Harry en la Conferencia de Acción Política Conservadora de la que fue parte el sábado, en Maryland, Estados Unidos.
El ex presidente dijo que, de ganar las próximas elecciones, “no protegería” al Duque de Sussex durante su gestión. No está de acuerdo con la renuncia de Harry y Meghan Markle a la corona británica ni con que el matrimonio se haya asentado en California, y sus dichos lo confirman.
Desde Oxon Hill, Trump dijo que es “imperdonable” la traición de Harry a la reina Isabel II. “Yo no lo protegería. Traicionó a la Reina. Eso es imperdonable. Estaría solo si fuera por mí”, dijo el expresidente a The Express.
Trump apuntó directamente contra el actual presidente, Joe Biden, por haber sido demasiado “amable” con el príncipe al otorgarle privilegios que no tienen otros inmigrantes.
En medio de la crítica del precandidato republicano se halla una reciente acusación contra los Sussex de parte del grupo conservador Heritage Foundation, que señala que Harry nunca debería haber pisado suelo americano tras haber admitido en sus memorias que de más joven había consumido drogas ilegales.
Heritage Foundation argumenta que la ley estadounidense “generalmente hace que la entrada de una persona así sea inadmisible”.
Sin embargo, los abogados que representan al Departamento de Seguridad Nacional le llevaron tranquilidad a los Sussex, argumentando en el tribunal que algo escrito en un libro no era “testimonio jurado o prueba”.
En sus memorias, tituladas “En la sombra”, Harry dice que cuando era más joven había consumido cocaína, marihuana y hongos psicodélicos.
Los abogados sugirieron que el relato del Príncipe Harry podría haber sido embellecido para "vender libros" y afirmaron que "decir algo en un libro no necesariamente lo convierte en verdad".
Cómo vienen las candidaturas republicanas
Trump llega de derrotar a su rival republicana Nikki Haley en las primarias de Carolina del Sur, acercándose así un poco más a un posible duelo con el presidente demócrata Biden en las elecciones de noviembre.
Un revés tremendo para Haley, quien encarna un ala moderada del Partido Republicano, ya que se produce en su estado natal y del que fue gobernadora durante seis años.
"Estaremos aquí el 5 de noviembre y miraremos a Joe Biden, lo miraremos directamente a los ojos, está destruyendo nuestro país, y diremos: Joe, estás despedido. Vete", dijo Trump entre vítores y aplausos en la capital del estado, Columbia.
Los medios estadounidenses dieron a conocer su victoria segundos después del cierre de los colegios electorales, aunque el margen de su triunfo no quedó claro de inmediato.
A pesar de sus problemas judiciales, por los que se expone a penas de cárcel, Trump, de 77 años, es el gran favorito en la carrera por la nominación republicana, según las encuestas.
"Esto ilustra que ahora él es efectivamente el candidato presidencial republicano. La velocidad de este resultado probablemente aumente la presión sobre ella para que se retire de la carrera", comentó a la AFP David Darmofal, politólogo de la Universidad de Carolina del Sur.
El exempresario espera obligar a su exembajadora en la ONU a tirar la toalla, como hicieron sus otros rivales, para centrarse en Biden, candidato a su reelección.
Biden reaccionó al resultado de Carolina del Sur con una breve declaración escrita en la que advirtió a los estadounidenses de "la amenaza que Donald Trump supone" para el futuro, mientras el país "lidia con el daño que dejó tras de sí".
Haley, de 52 años, se resiste a darse por vencida. "Dije a principios de esta semana que, sin importar lo que suceda en Carolina del Sur, seguiría postulándome... Soy una mujer de palabra. No voy a renunciar a esta lucha cuando la mayoría de los estadounidenses desaprueba tanto a Donald Trump como a Joe Biden", afirmó tras conocer su derrota.
Su premisa es sencilla: "No sobreviviremos cuatro años más al caos de Trump".
En teoría las primarias podrían durar hasta julio, pero el equipo de Trump prevé una victoria a más tardar "el 19 de marzo". El ex presidente quiere proyectarse lo antes posible en su revancha contra Biden antes de verse sumergido por inculpaciones en serie que le obligarán a alternar los mítines con los juzgados.
"(Haley) Está esperando a ver si Trump queda fuera de juego por una decisión judicial o por un problema de salud", explicó a la AFP el politólogo Larry Sabato, profesor de la Universidad de Virginia.
El primer juicio penal de Donald Trump comienza el 25 de marzo.
Articulo original de clarin.com