La resistencia a la insulina es una condición que ocasiona un aumento de la concentración de azúcar en la sangre. De hecho, está relacionada con la prediabetes y otras complicaciones. Pero, ¿sabes de qué trata y cómo prevenirla? Aquí te lo contamos.
Debes saber, primeramente, que la insulina es una hormona que segrega el páncreas y es esencial para convertir los alimentos en energía y almacenarla.
Esta sustancia es producida cuando los niveles de azúcar en sangre aumenta después de una comida. La insulina ayuda a las células a utilizar el azúcar y restablecer los niveles normales de glucosa en sangre.
En caso de resistencia a la insulina, el organismo no responde a ella como debería luego de que comes. Esto se traduce a una cosa: las células de tu cuerpo no pueden absorber suficiente glucosa.
En consecuencia, el páncreas segrega más insulina para facilitar este proceso. Con el tiempo, sin embargo, el páncreas es incapaz de mantener el ritmo.
Por otro lado, la prediabetes significa que los niveles de glucosa en la sangre, aunque están elevados, no son razón para diagnosticar una diabetes. La prediabetes usualmente ocurre en personas que ya tienen cierta resistencia a la insulina.
¿Cuándo preocuparse?
Los médicos determinan la presencia de resistencia a la insulina basándose en síntomas similares y pruebas que se efectúan en los pacientes prediabéticos y diabéticos. Así como en análisis de sangre que se realizan, como los de glucosa y hemoglobina A1C.
Según la Asociación Americana de Diabetes (ADA, en inglés) alrededor del 50 % de las personas con resistencia a la insulina y prediabetes desarrollarán diabetes tipo 2 si no cambian su estilo de vida.
Por ende, sugiere pruebas, en los adultos con factores de riesgo de diabetes, como un pariente cercano con diabetes de tipo 2, un diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico, antecedentes de diabetes gestacional o una afección relacionada con la diabetes.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EEUU, por su parte, hace esta misma recomendación a los adultos entre 35 y 70 años que tienen sobrepeso u obesidad.
Sin embargo, la Asociación Americana de Diabetes, dice que todos los adultos deben someterse a la prueba a partir de los 45 años, aunque no tengan ningún factor de riesgo. Esto, para evitar cualquier riesgo en el futuro.
¿Qué causa la resistencia a la insulina y la prediabetes?
Aún los profesionales de la salud no dan con una respuesta definitiva a los factores que causan la resistencia a la insulina. No obstante, piensan que el sobrepeso o la falta de actividad física pueden estar relacionadas.
La acumulación de grasa visceral, es una causa importante de resistencia a la insulina.
Asimismo, la inactividad física puede ocasionar cambios en el cuerpo que hacen a las personas más propensas a desarrollar prediabetes.
Síntomas de la resistencia a la insulina y la prediabetes
La resistencia a la insulina y la prediabetes están muy relacionadas. Aunque, por lo general, no presentan síntomas, algunas personas con estas condiciones pueden presentar algunas señales como:
- Piel oscurecida en la axila o en la parte posterior y lados del cuello, una afección llamada acantosis nigricans.
- Brotes pequeños de la piel llamados papilomas cutáneos.
Si bien las alteraciones en la cantidad de glucosa en la sangre no son lo suficientemente altos como para causar síntomas, algunas investigaciones demostraron que las personas con prediabetes pueden experimentar otras señales. Por ejemplo, en la vista, que pueden conducir a retinopatía.
Resistencia a la insulina: ¿Cómo prevenirla?
La Dra. Fátima Illán, jefa de Endocrinología y Nutrición en el Hospital General Universitario Morales Meseguer, de Murcia, España, realizó unas recomendaciones para reducir la resistencia a la insulina.
Según la especialista en Endocrinología, existen medidas para prevenirla que puedes ser terapéuticas que como son normalizar el exceso de peso, hacer ejercicios regularmente y llevar una dieta saludable.
Asimismo, sugiere que para prevenirla pruebes lo siguiente:
- Si tienes de obesidad o sobrepeso puedes probar disminuyendo un 5-10% de tu peso corporal.
- También puedes practicar ejercicio físico al menos 30 minutos al día. Ya que el ejercicio activa la captación de glucosa por las células musculares que el organismo usa como fuente de energía.
- Evita el consumo de dietas hipercalóricas, con alta carga glucémica, ricas en azúcares simples, carbohidratos refinados, grasas saturadas y grasas “trans” que favorecen la aparición de la RI.
- Prueba con la dieta mediterránea que según Illán es el paradigma de dieta saludable.