Google, el gigante de las búsquedas, se ha gastado una pasta este año para seguir siendo el rey del mambo. La compañía ha desembolsado nada menos que 26.300 millones de dólares (unos 24.861 millones de euros) en costes de adquisición de tráfico, según ha revelado durante el juicio por monopolio que se está celebrando en Washington.
El dinero se ha ido a parar a las manos de varias empresas, pero Apple es la principal beneficiaria, según la cadena CNBC. El Departamento de Justicia de Estados Unidos, que acusa a Google de abuso de posición dominante, cree que la compañía utiliza su poder para dificultar la competencia de otros buscadores.
Google, por su parte, defiende que el mercado de las búsquedas es competitivo y que los usuarios pueden cambiar de buscador fácilmente.
Habrá que esperar a que se dicte sentencia para saber si Google tiene que pagar por sus malas artes. Mientras tanto, la compañía sigue haciendo caja a manos llenas