La Mona Lisa, también conocida como La Gioconda, es una obra del Renacimiento pintada por artista multifacético Leonardo da Vinci. Este cuadro siempre ha resultado enigmático para espectadores y estudiosos del arte. Por ello, ha sido objeto de escrutinio y estudios. Recientemente, una investigación reveló otro de sus secretos.
Este nuevo dato sobre la pieza de arte está vinculado a la técnica con que da Vinci pintó el retrato de la mujer de sonrisa enigmática. Expertos en ciencia y arte de Francia y Gran Bretaña emplearon rayos X para analizar la receta de pintura al oleo que usó el artista florentino cuando pintó la Mona Lisa.
Encontraron que Leonardo da Vinci utilizó una mezcla de su propia firma química para preparar el panel de madera de álamo de la “Mona Lisa”. En este sentido, uno de los principales autores del estudio resaltó que resulta especialmente interesante que da Vinci usó “una técnica específica para la capa de fondo” de la conocida obra.
Informó que Leonardo probablemente utilizó plumbonacrita, un subproducto del óxido de plomo para espesar y ayudar a secar la pintura. Ya se conocía los pintores de la época añadían óxidos de plomo a los pigmentos, por ejemplo Rembrandt los usaba. Sin embargo, no se había comprobado de Leonardo da Vinci los utilizaba.
En los escritos del maestro renacentista solo se halló referencia a este producto como ingrediente para remedios utilizados en dolencia de la piel y el cabello. Hoy se sabe que el óxido de plomo es tóxico.