El telescopio espacial James Webb ha cumplido este jueves, 12 de julio, un año desde su entrada en funcionamiento. En este tiempo, el mayor observatorio espacial nos ha regalado una fascinante selección de imágenes del universo, que incluyen agrupaciones galácticas, nebulosas y planetas y que servirán para ampliar los conocimientos sobre el cosmos.
Para celebrar su primer aniversario, la NASA ha publicado una nueva imagen tomada por el telescopio: una pequeña región de formación de estelar en el complejo de nubes Rho Ophiuchi. Se trata de la región de formación estelar más cercana a nosotros.
Su proximidad, a 390 años luz de distancia, permitió obtener con Webb un primer plano muy detallado, sin estrellas en primer plano en el espacio intermedio, informa la agencia espacial en un comunicado.
La imagen de Webb muestra una región que contiene unas 50 estrellas jóvenes, todas ellas similares en masa al Sol o más pequeñas. Las regiones más oscuras son las más densas, allí donde el polvo espeso envuelve a las protoestrellas en formación. Enormes chorros bipolares de hidrógeno molecular, representados en color rojo, dominan la imagen, y aparecen horizontalmente de un lado a otro en el tercio superior y verticalmente en el lado derecho.
Estos chorros ocurren cuando una estrella estalla por primera vez a través de su envoltura natal de polvo cósmico, lanzando al espacio un par de chorros opuestos como un recién nacido que extiende sus brazos hacia el mundo por primera vez. Por el contrario, la estrella S1 ha excavado una resplandeciente cueva de polvo en la mitad inferior de la imagen. Esta es la única estrella en la imagen que es significativamente más masiva que el Sol.
Algunas estrellas en la imagen muestran sombras reveladoras que indican discos protoplanetarios: futuros sistemas planetarios potenciales en formación.
Un año entero a través de todo el cielo
Desde su primera imagen de campo profundo, revelada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desde la Casa Blanca, Webb ha cumplido su promesa de mostrarnos más del universo que nunca.
Más allá de las impresionantes imágenes en infrarrojo, lo que realmente ha entusiasmado a los científicos son los nítidos espectros del telescopio: la información detallada que puede obtenerse a partir de la luz mediante sus instrumentos espectroscópicos.
Los espectros de Webb han confirmado la distancia a la que se encuentran algunas de las galaxias más lejanas que se hayan observado, y han descubierto los agujeros negros supermasivos más antiguos y distantes. Estos espectros han identificado la composición de las atmósferas planetarias (o la falta de ellas) con más detalle que nunca, y por primera vez han refinado los posibles tipos de atmósferas que podrían existir en los exoplanetas rocosos.
También han revelado la composición química de los viveros estelares y de los discos protoplanetarios, detectando agua, moléculas orgánicas que contienen carbono y otras características. Las observaciones de Webb ya han dado lugar a cientos de artículos científicos que responden a viejos interrogantes y plantean otros nuevos para abordar con este observatorio.