La actriz cubana Ana de Armas comenzó su monólogo del popular programa Saturday Night Live (SNL), emitido el sábado último desde Nueva York, en español. «Gracias, gracias, muchas gracias. Tuve un año increíble y estoy muy contenta de estar aquí presentando el programa de esta noche», dijo en su lengua materna. La intérprete, que este año fue nominada a un Oscar por su papel en Blonde continuó en inglés: «Es una broma, hablo inglés», remató simpática. En el resto de su monólogo explicó que cuando llegó a Estados Unidos con 26 años no entendía ni hablaba inglés y que la serie Friends le ayudó a aprender el idioma.
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— Saturday Night Live – SNL (@nbcsnl) April 16, 2023
La gran sorpresa de la noche fue una inesperada anécdota que salió a la luz en el monólogo de apertura: Ana de Armas dijo que quería agradecerle a Robert De Niro por una iniciativa que tuvo el actor con su padre. La actriz recordó que mientras filmaba Manos de piedra, del director venezolano Jonathan Jacubowicz, su primera película en los Estados Unidos, compartió set con el actor de Toro salvaje y un día el le dijo: «Pronto me iré a Cuba. Si lo hago, saludaré a tu familia. Incluso me pidió su número de teléfono», comentó la actriz.
La estrella de Blonde dijo que en realidad se olvidó por completo de darle el número al actor de Buenos muchachos, pero «luego, un día, de la nada, recibí una llamada telefónica de mi padre». Explicó a la audiencia de SNL que su padre estaba «histérico» y ella preguntó si estaba mal, pero su respuesta la dejó atónita.
La actriz explicó que su padre le dijo: «Robert De Niro acaba de venir a visitarme al trabajo». Ella se sorprendió y quedó encantada con el gesto de De Niro. Además, agregó: «Fui muy afortunada de trabajar con tantos actores comprensivos que siempre me apoyaron». La actriz de Knives Out desplegó todo su carisma a lo largo de la emisión y emocionada, dijo que su padre estaría muy orgulloso de verla «hoy de pie en este escenario».
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De Cuba a la ceremonia de los Oscar
Tenía 18 años cuando decidió dejar su Cuba natal para ir en busca de un sueño: convertirse en una actriz con proyección internacional. Con apenas 300 dólares ahorrados, Ana de Armas (34) pudo viajar a Madrid gracias a que sus abuelos maternos eran españoles. «Me compré un pasaje de avión y le dije a mi madre: ‘Cuando me quede sin dinero volveré’, recuerda la estrella de Blonde, el filme producido por Brad Pitt, donde ella interpreta de forma magistral a Marilyn Monroe. Ese rol le valió la nominación a Mejor Actriz en los premios Oscar que se celebraron el pasado 12 de marzo en Los Ángeles. «Estoy en una nube», dijo, cuando se enteró de su candidatura a la codiciada estatuilla dorada.
Ana dejó en La Habana una carrera más que prometedora. A los 14 años había logrado ser aceptada en la Escuela Nacional de Arte de Cuba; a los 16, hizo el filme Una rosa de Francia, que protagonizó junto a Álex González, y la telenovela El edén perdido. Por ambos trabajos logró gran éxito. Pero en España subió varios peldaños hacia la concreción de su sueño. Tan sólo un mes después de llegar a Madrid consiguió su primer trabajo en El internado, serie que la lanzó a la fama y le abrió las puertas del cine. Por su trabajo obtuvo el premio Cosmopolitan a la Mejor Actriz en televisión. Fue en los pasillos de Antena 3, la cadena que la tenía contratada, donde conoció al que se convertiría meses después en su marido, el actor Marc Clotet, aunque el matrimonio duró apenas dos años.
La primera película que protagonizó Ana, tras el éxito de El internado fue Mentiras y gordas (junto a Mario Casas y Blanca Suárez), la más taquillera del cine español en 2010. Ese mismo año comenzó el rodaje de una nueva serie también destinada al éxito, Hispania. La enorme popularidad que le proporcionaron la televisión y su belleza le dieron un éxito instantáneo en publicidad. Su imagen apareció, junto a la de otros actores, en las camisetas solidarias Protect Your Skin de Marc Jacobs. La siguiente parada de la estrella cubana fue Los Ángeles. Se presentaba a los castings sin tener gran dominio del inglés, pero con su belleza cautivadora, su talento y su sex appeal lograba captar la atención de directores y guionistas, que incluso llegaban a adaptar para ella papeles que estaban pensados para actrices norteamericanas. Y entonces llegaron películas como Juego de armas con Bradley Cooper, El lado peligroso del deseo con Keanu Reeves o El cazador implacable 2049, junto a Ryan Gosling. Sus mismos compañeros de reparto, como Keanu o Daniel Craig, la recomendaron para el siguiente film. Así pasó de El lado peligroso del deseo a La hija de Dios y de Knives Out a 007: No Time to Die.
La cubana se convirtió en la cuarta actriz más popular de 2021 según la web especializada en cine IMDB, y una de las personas más influyentes, según la revista Time, gracias a su interpretación de Marilyn Monroe. Durante una entrevista, Ana confesó que antes de filmar visitó la tumba de la legendaria actriz para pedirle permiso antes de interpretarla en la película dirigida y escrita por Andrew Dominik. «Estábamos conectadas», aseguró.