Las confesiones de Jerónimo Gil: los problemas de ira que causaron sus 55 días en la cárcel del Rodeo

 El actor Jerónimo Gil rompió el silencio luego de permanecer 55 días preso en la cárcel de El Rodeo por el escándalo que protagonizó a principios de enero tras disparar frente al local nocturno en El Rosal y su detención por los cuerpos de seguridad.

«Somos humanos, no somos perfectos. No lo quise hacer, no estaba pasando por un buen momento, pude haber dañado a alguien. El torbellino de preguntas que me hice después cuando estuve solo durante los cincuenta y pico días que estuve en un lugar tan fuerte. Dije gracias a Dios no dañé a nadie y que no pasó de allí, que mis ángeles me levantaron la mano y no herí a nadie. Lamento haberle fallado a los que me quieren y a los que no», expresó.

Durante una entrevista ofrecida a Luis Olavarrieta, Gil señaló que ese día estaba cenando con su familia y había tomado varios tragos. Sin embargo, al llegar a su casa recibió una llamada y fue que acudió a la discoteca ECO en El Rosal. 

«Estaba con unos panas y me encontré a mucha gente allí. Comenzamos a tomar y yo estaba en mi mesa como a las 7:00 a.m. y recuerdo que uno de los panas que es actor me dijo que se iba porque era tarde. Luego a la mesa se acercaron cuatro mujeres bellísimas que me preguntaron si estaba solo y les dije sí. Ellas estaban atrás de mí con sus parejas y se acercaron. Empezamos a tomar y no creo que yo haya tocado a alguna mujer porque no soy el tipo de hombre que toca mujeres así. Nunca he tenido problemas de ese tipo en mi vida, pero no sé por qué me dijeron eso», contó.



Destacó que tras pedir la tercera botella porque «estaba feliz porque tenía muchas mujeres a su lado», solo recuerda que después estaba fuera del local y luego en su hogar. «Eran como flashback que iban y venían», dijo.

Sin embargo, acotó que desconoce por qué lo sacaron de la discoteca. «Me imagino que fue un problema con alguien que me dijo algo y yo respondí, pero exactamente no recuerdo», aseveró.

Asimismo, señaló que cargaba un arma ese día por «protección». «Esa arma la tengo desde hace muchos años y he tenido oportunidades que tuve mi porte. Pero ¿por qué la accioné? No tengo la menor idea (…) estaba borracho. Cuando vi el video me dio pavor y miedo, no quiero más armas en mi vida, ni quiero tomar más así», manifestó.

EL TIEMPO EN LA CÁRCEL

Pero ¿por qué está en libertad? Ante esto Jerónimo Gil respondió: «Los delitos que asumí son menos graves y el tribunal me imputó porte ilícito de arma de fuego y descarga en lugares públicos».

Sin embargo, en los delitos de tentativa de homicidio y lesiones «no hubo pruebas de la fiscalía o de la parte acusadora, por lo que quedaron de lado». 

«Al asumirlos puedo pasar el proceso en libertad y estar tranquilo. Un año no puedo salir del país, ni de Caracas. Debo presentarme mensual y cumplir con un servicio comunitario. No puedo acercarme al lugar de los hechos», explicó.

Además, mencionó que estuvo 55 días preso en El Rodeo II. «Allí hay más régimen, más control, más disciplina. O te pasas al lado de la luz o te quedas en la oscuridad, eso es lo que decides allí adentro. Estás privado de libertad y le perteneces al Ministerio Penitenciario. El trato es para todos igual», contó.

Destacó que en el lugar debía pararse a las 5:00 a.m. porque pasan un número, al igual que a las 5:00 p.m. «Te dejan salir dos horas a caminar, entras para hacer ejercicio. Me tomaron en cuenta para dar clases de dicción y de actuación, tuve esa bendición de darle esa ilusión porque muchos me decían que no habían conocido un artista en persona y mira dónde lo vine a conocer».

También reveló que le cortaron el cabello al entrar al centro penitenciario, pero todo lo vivido lo «marcó» en su vida. «Es un régimen, es un uniforme, es comer lo que hay».

¿ESTÁ JERÓNIMO GIL ARREPENTIDO?

A pesar de los fuertes momentos que pasó, Jerónimo Gil afirmó que aprendió a «valorar el tiempo, la libertad y muchas cosas más».

De igual forma, expresó que está «lleno de muchas emociones» por todo lo que vivió. Sin embargo, apuntó que se siente bien y tranquilo. 

«No sé si es arrepentido, pero creo que fue un aprendizaje y la conciencia de saber que no estaba bien, que estaba un poco aislado de mi familia. Hoy estoy tranquilo, no tengo ansiedad, ya me disculpé con mis hijos y mi familia. Me disculpo con el fiscal general (Tarek William Saab) por haberle alterado su orden público», dijo.

Además, mencionó que estaba viviendo «procesos fuertes sentimentales» con personas cercanas. «Tenía un año en ese proceso, además de todo lo que te encontrabas en Venezuela. Pero me siento bien, me siento un hombre fuerte, más sano y más limpio. Toda la oscuridad, la tristeza y los procesos que me hacían daño los dejé en el lugar donde estuve. Aprendí muchísimo a valorarme, a no exponerme y a entender que no estaba haciendo las cosas bien», agregó.


También reflexionó por sus actos y sostuvo que la violencia no está bien. Además, expresó que puede estar teniendo problemas de ira.

«Yo estoy seguro de que es ira o rabia contenida por muchos años, es un tema familiar. Alcohol no creo, puede que cuando lo tomo me afecte y en eso estoy trabajando. Drogas no es porque estoy sano, incluso pasé por exámenes en ese sentido», resaltó.

En ese sentido, mencionó que está trabajando con una psicóloga dos o tres veces por semana para atender este problema, así como haciendo yoga.  «Hay que identificar esas causas de la ira», expresó.

LA RELACIÓN CON FLAVIA GLESKE

Jerónimo Gil manifestó que con su expareja la actriz Flavia Gleske, madre de sus hijos, siempre ha mantenido diferencias. 

«Si volvemos al pasado con Flavia, teníamos problemas de pareja. No me dejaba ver a mis chamos y la relación no fue sana, debí haber ido a los tribunales eso fue hace 14 años. Nuestra comunicación nunca fue buena (…) pero su apoyo es incondicional, sé que me tiene cariño por ser el papá de sus chamos. Yo la quiero y admiro muchísimo», dijo.


PORKHARELYS MENDEZ

CARAOTADIGITAL



 
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