#Espectaculos: | ¿Por qué Lollapalooza Chile sigue siendo tan importante? VIA @williampadron (VIDEOS)



 Además de las cancelaciones de algunos de los artistas incluidos en su programación, el festival Lollapalooza Chile 2023 tampoco tuvo el clima a su favor: se realizó los días 17, 18 y 19 de marzo, el fin de semana más caluroso del verano en Santiago, antes de darle paso al otoño en el país austral. Por segundo año consecutivo, sus organizadores sortearon las vicisitudes y fallas de producción que supuso hacerlo en el recién acondicionado Parque Bicentenario de Cerrillos. Pero se realizó con un saldo bastante positivo: la aprobación de quienes asistieron a él.


Una edición donde lo sustentable, la inclusión y el amor fueron parte de las consignas del Lollapalooza y en la que, cabe destacar, lo urbano se incrementó en la parrilla de espectáculos, para bien o para mal, según los gustos de cada espectador.


La fiesta alternativa anual, que supera ya una década en el sur, siempre termina siendo una celebración entre fanáticos y las opciones musicales que se barajan en cada edición. Al final, el asunto tiene que ver con qué tan abiertos pueden estar sus asistentes para disfrutar de la diversidad de géneros. La variedad siempre ha sido parte del trademark de Lollapalooza desde sus días de alt-rock americano hasta una actualidad urban-pop bailable que desencadena emociones colectivas.

Billie Eilish, Lil Nas X, Kali Uchis, Drake, Rosalía y el venezolano Danny Ocean dejaron su marca en esta edición. Y si Lollapalooza 2023 tenía este aura GenZ y urbano como carta de presentación, el rock encontró un leve espacio el domingo, a través del imponente show de Jane’s Addiction, con un Perry Farrell -fundador de Lollapalooza- conmovido, alegre y orgulloso del festival que ha liderado por más de 10 años en América del Sur, además de un Tame Impala, con un Kevin Parker en muletas, que avivaban la emoción de quienes se plantaron a disfrutar de su show sicodélico.




Billie Eilish confirmó su compromiso musical en el Parque Bicentenario de Cerrillos (LOTUS PRODUCCIONES)

Una de las circunstancias imprevisibles con las que tuvo que lidiar Lollapalooza este año fueron las cancelaciones de último momento, como es el caso del retorno de Blink 182, banda estadounidense de pop punk que terminó siendo reemplazada por Twenty One Pilots, encargados de cerrar el festival con un show potente, lleno de vitalidad, en el que homenajearon al trio de neo-punk con el clásico First Date, así como el tributo que le hicieron a los chilenos de Chico Trujillo con Loca y a Los Jaivas con Mira niñita.



Construyendo un prestigio
Desde su primera edición en 2011, Lollapalooza se ha convertido en uno de los festivales de música más importantes y esperados en Chile, con la participación de artistas nacionales e internacionales de renombre. Aunque no hay información oficial de la cantidad de asistentes este año, teniendo en cuenta que la edición pasada congregó alrededor de 225.000 espectadores, se puede asegurar que durante los más de 10 años de su existencia en ese país, han convocado más de 1,5 millones de fanáticos de la música.

Chile fue el primer país en acoger el festival Lollapalooza en Latinoamérica, gracias a sus impresionantes escenarios y condiciones climáticas favorables para realizar eventos en espacios abiertos. Además, el éxito del evento en el país austral impulsó en años posteriores su expansión hacia otros países de la región, sumando a la fortaleza económica de entonces, la facilidad de atraer turistas desde Perú, Argentina o Brasil.

 
Fue este festival el primero, y hasta ahora único, en recibir artistas venezolanos en su line-up, desde Caramelos de Cianuro, pasando por Micro TDH, Rawayana y Danny Ocean. A pesar de la intransigente logística en la tramitación de visas, sus organizadores, cada vez más, le apuestan al talento de nuestro país, sabiendo el impacto cultural que tiene Venezuela en Chile.

Los tiempos y sus tendencias cambian, así también la narrativa de un festival que ha cedido más espacio al género urbano, ya sea con nombres locales como Young Cister o Cris MJ, e incluso con el rapero argentino Dillom o el reguetonero colombiano Ryan Castro. Entre buena parte del indie sureño que sigue manteniendo su firmeza, aparecen nombres como el de Vicente Cifuentes, quien por primera vez trajo la bachata al Lollapalooza.

En todo caso, la versión chilena celebró la vuelta de agrupaciones como Pánico y el debut y regreso de los históricos Petinellis, liderado por Álvaro Henríquez (Los Tres), que se anunció a última hora cuando se bajó Willow, la hija de Will Smith.

En definitiva, la vorágine de situaciones propias de un festival, así como los gustos colectivos, no logran disipar la euforia y éxito que cada año sostiene a Lollapalooza como el festival más importante que se realiza en Chile.

@williampadron
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