Este descubrimiento nos deja pensando en un montón de cosas, como el hecho de aprender a mirar nuestro entorno y saber que aún nos queda mucho por conocer. Al menos, esto fue lo que pasó con un equipo de investigación de la Universidad de Kobe, en Japón, que descubrió una nueva especie de orquídea.
Lo curioso es que esta nueva especie de orquídea estaba a simple vista de todos, en los parques y jardines de Japón, hasta que alguien aprendió a mirar con un buen ojo a una orquídea cuyos pétalos eran parecidos a un cristal.
Obviamente, para definir que se trataba de una nueva especie pasaron 10 años y bueno, aquí tenemos los resultados.
Descubrieron una nueva especie de orquídea en Japón y tienen que conocerla
La Universidad de Kobe ha compartido las fotos de una orquídea cuyos pétalos rosas se parecen cañón al cristal.
Esta orquídea recibió el nombre de “spiranthes hachijoensis”, en honor al sitio donde fueron halladas, la isla Hachijojima de Tokio.
Y como les contamos no es necesario armar una gran expedición para dar con este tipo de orquídea. Al contrario, estas orquídeas están en los parques y jardines japoneses. Aquí les dejamos una foto para que la chuleen un poco, ¿es bella, no?
(Este descubrimiento también ha hecho pensar a los investigadores que otras especies de los distintos reinos podrían encontrarse en sitios cotidianos, sólo es cuestión de observar bien).
Spiranthes y la poesía
Sabemos que las orquídeas y orquidáceas (Orchidaceae) pertenece a la familia de plantas monocotiledóneas, que sobresalen por la complejidad de sus flores y su interacción con polinizadores (abejas, colibríes) u hongos.
Y con estos datos, tal vez vamos a sonar un tanto insistentes, pero chequen, este dato nos lleva a reflexionar sobre otro tema: la diversidad dentro de una misma especie.
El tipo de orquídea descubierta en Japón pertenece al género spiranthes, que a su vez es súper diverso, aunque su común denominador es que las orquídeas crecen en espiral y suelen florecer a finales de septiembre.
De hecho, es conocido como “trenzas de mujer” y desde la antigüedad ha sido protagonista de la poética japonesa.
Por ejemplo, si les late este dato, apareció en la antología de poemas más antigua de Japón: Manyoshu, que reúne obras de los siglos VII y VIII. Increíble, ¿no?