2020 fue un año devastador para la industria del cine. La crisis del COVID-19 afectó profundamente a su funcionamiento a partir del retraso de estrenos, la paralización de rodajes o el cierre esporádico de cines, aunque el golpe más fuerte tuvo que ver con algo a mitad de camino del resto de consecuencias, como era que los espectadores habían dejado de acudir a las salas.
Una vez concluyó, China se había convertido por primera vez en su historia en el principal mercado cinematográfico por delante de Estados Unidos, de forma que había grandes esperanzas en que 2021 supusiera una recuperación. Y en efecto la ha habido, pero sujeta a tantos matices que no basta para cantar victoria.
La taquilla total de Estados Unidos, al término del año pasado, se ha cerrado con 4.400 millones, que son obscenamente superados por los 11.390 con los que cerró el año 2019, previo al arraigo del coronavirus.
No obstante, lo que más está alarmando a los especialistas es el despiece de esta cantidad: de estos 11.000 millones, cerca del 30% de la taquilla corresponde a películas vinculadas a la marca Marvel. Unas cifras de infarto (por comparar en 2018, año de fenómenos como Vengadores: Infinity War y Black Panther, se había quedado en un 18%), que ilustran la ansiedad que ha sentido el espectador a acudir al cine para ver películas que no fueran de superhéroes.
El estudio encaja, además, con un fracaso tan traumático como ha sido el del remake de West Side Story de Steven Spielberg, a la que el desinterés del público le hace encarar pérdidas millonarias.
Despiezando la suma encontramos que de las cinco películas más taquilleras del año en Estados Unidos cuatro tienen parentesco con Marvel.
Spider-Man: No Way Home, Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos, Venom: Habrá matanza y Viuda Negra. Dentro de este ránking nos encontramos que dos de ellas están producidas por Sony Pictures (Venom y Spider-Man) y que el film de Jon Watts, por lo demás, es el único que tiene cifras equiparables a los números pre-pandemia.
Esto es, que el triunfo de Marvel es muy matizable. No Way Home ha conseguido una victoria indiscutible con esos 1.380 millones de dólares (que le han colocado a la cabeza de la cartelera también en España), mientras que los títulos que la circundan han obtenido recaudaciones más humildes.
Si quitamos Habrá matanza de la ecuación (por no pertenecer al MCU), la maquinaria de Marvel Studios seguiría atesorando el 26% de la taquilla de Estados Unidos, y el modo en que lo hace ilustra una idea básica: no es que Marvel esté triunfando más que nunca, es que cada vez menos gente va al cine. Y, cuando decide ir, suele decantarse por cine de superhéroes.
Si echamos un vistazo al cómputo global, por lo demás, China no se queda lejos de repetir su triunfo de 2020.
Spider-Man: No Way Home se mantiene como la más taquillera a nivel mundial, pero está seguida de dos superproducciones chinas como son The Battle at Lake Changkin y Hi, Mom (con 902 y 822 millones respectivamente). Luego entraría Sin tiempo para morir con 774 y Fast & Furious 9 con 726 millones, seguidas de Habrá matanza (501), Shang-Chi (432) y, sorprendentemente, Eternals.
Sus 401 millones de dólares ejemplifican que ni la película con peor recepción del público ha logrado apartar a Marvel de su hegemonía pandémica.
Fuente: Cinemanía