más de 10 años de haberse ido de Venezuela, el querido animador Daniel Sarcos recuerda con nostalgia cómo fue su salida de su país, al que recuerda con cariño y asegura querer volver cuando cese la crisis política y económica que atraviesa.
El día que el venezolano se encontraba en el aeropuerto para ir de vacaciones a Estados Unidos, se le acercaron dos agentes aeroportuarios y le hicieron una dura advertencia, contó el artista en entrevista para un medio de comunicación de su país.
“Me dijeron: ‘Mira, Daniel, estamos aquí por dos razones. La primera: porque es el único sitio en el que todavía hay aire acondicionado en el aeropuerto. La segunda: porque queremos advertirte de que en cualquier momento nos dan la orden de que te hagamos pasar un mal rato’. Me mostraron las pruebas de que eso era así y agregaron: ‘Entonces, quédate aquí hasta que nos den la orden de que el avión va a salir. Y sin mediar palabra con nadie, te metes en el avión y te vas’. Y así hice”, narró.
Asimismo, que fue en diciembre de 2009 cuando emprendió su camino lejos de Venezuela y no regresó más.
Aunque tiene muchos años sin visitar a su país, dice que la nostalgia le invade por no poder estar en su ciudad natal, Maracaibo, ni en la ciudad en la que se formó artísticamente, Caracas.
“Con bastante frecuencia me asalta la nostalgia. Inicialmente por Maracaibo, que es la ciudad que considero natal, y también, por supuesto, por Caracas, que fue mi ciudad por más de 16 años. Así que, ¿cómo no me va a preocupar y cómo no me va a disgustar ese tipo de amenazas? Ese tipo de amenazas le tiene que disgustar a cualquiera, sobre todo porque tú en el exterior te terminas convirtiendo en una especie de embajador de tu nacionalidad, de tu gentilicio. Pero cuando te amenazan con quitarte las cosas sentimentales, las que son del alma, eso sí es un crimen imperdonable”, sentenció.
Además, confesó que su mayor deseo es regresar a Venezuela y volver a conducir el programa que por años fue uno de los más vistos en la televisión venezolana.
“Mi sueño es regresar a Venezuela y hacer el Sábado Sensacional de la libertad con todas esas personas y esos artistas que tienen tantos años sin poder ir. Sería una cosa bellísima, pero necesito que sea algo genuino, no como esos parapetos que a veces se arman. No sabes con cuánta frecuencia fantaseo con eso”, expresó Daniel.