A las 6:30 pm los vehículos comenzaron a hacer fila en las afueras de la zona rental de la Universidad Metropolitana (Unimet). Esperaban ingresar al autocine inaugurado por la cadena Cinex, este viernes 3 de julio.
Este formato antiguo ha retomado protagonismo en varios países dada la pandemia por covid-19. En Venezuela se anunció su apertura recientemente y desató duras críticas por sus precios y horarios. Pese a ello, el autocine encendió sus reflectores, aunque a medias.
El reloj marcaba las 7:00 pm y en la Unimet la función pautada para esa hora no iniciaba. Fue una hora más tarde cuando la pantalla se encendió para proyectar la única película que se difundió, aunque en cartelera se anunciaba una segunda función a las 9:00 pm.
En la otra sede, el estacionamiento del Hotel Intercontinental Tamanaco, el panorama fue distinto. No se emitió ninguna de las películas que estaban previstas aún y cuandoCinex anunció previamente que se agotaron las entradas para este día. Fue así como una jornada de cuatro funciones se redujo solo a una.
Un comienzo con tropiezos
A la 7:00 pm los vehículos aún seguían ingresando en el complejo de la Unimet. En la entrada, un grupo de trabajadores con las medidas de bioseguridad requeridas revisaban los tickets y permitían el paso. El procedimiento corría con rapidez.
Una vez dentro, las personas que adquirieron sus entradas recibieron, desde sus vehículos, el combo de cotufas y bebidas que incluía dicha compra. Posteriormente, los empleados de la empresa ubicaban a cada uno de los automóviles que ingresaban. La norma era respetar el distanciamiento social, incluso desde los vehículos.
En el estacionamiento de la Unimet habían más de 20 trabajadores de Cinex dispuestos a sacar la única función, la película que se proyectó fue El Llamado Salvaje, una cinta que estaba en cartelera en marzo, cuando el decreto de cuarentena obligó el cierre de las salas de cine.
Todos los empleados que sirvieron en este experiencia del autocine ocupan el cargo de gerentes en sedes de dicha compañía, ubicadas en la Gran Caracas.
Autocines en Venezuela. Este formato llegó al país en 1949 gracias a la apertura de un autocine ubicado en Los Chaguaramos. Con el transcurso de los años surgieron otros muy populares en la capital como el autocine Andrés Bello, el Cine Car de Los Ruices, La Boyera y el cine móvil de El Cafetal.
Dos baños portátiles también estaban ubicados en el lugar para el uso de los asistentes, quienes no podían hacer colas sino esperar desde el vehículo a que se desocuparan para poder utilizarlos. No se presentaron aglomeraciones gracias a la continua vigilancia de los trabajadores y a que la asistencia a la función fue muy baja.
El estacionamiento de la Unimet permitía albergar 128 vehículos, pero a esta proyección solo llegaron alrededor de 30, esto de acuerdo con lo información ofrecida por trabajadores de Cinex al equipo de El Diario.
Durante la proyección, algunas personas optaron por estacionar sus camionetas al revés para ver la película sentados en la parte trasera del carro. También hubo asistentes que salían de los autos para tomar fotografías, pero los empleados de Cinex pedían el cumplimiento de las normas.
Entre los pocos asistentes estaba Carolina Fuente, quien se trasladó desde Guarenas junto a su esposo e hija. Comenta que compró las entradas el mismo viernes y decidió ir a la Unimet porque allí proyectarían la película que querían ver.
Fuente confesó para El Diario que es una adicta al cine y cuando supo de esta nueva alternativa quiso probar y asistir junto a su familia, quienes llevan meses de extremos cuidados para evitar un contagio por covid-19.
Sobre los precios de las entradas, ella pagó 7 dólares por persona, en total fueron Bs. 4.389.000, de acuerdo con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
Cuando se anunció la apertura del autocine, los costos que notificó Cinex desataron críticas, pues muchos usuarios consideraron que el monto era exagerado. En preventa las entradas se ofertaban entre 35 y 40 dólares, pero días después la compañía anunció nuevos precios: 7 dólares por persona en la Unimet, y 9 dólares en el Hotel Intercontinental Tamanaco.
Fin de la función
Alrededor de las 10:00 pm, cuando aún se proyectaba la única función de la noche, la Policía de Miranda llegó a la zona rental de la Unimet y retuvieron a los asistentes con sus vehículos. Los efectivos alegaron que Cinex no contaba con los permisos pertinentes por parte de la alcaldía del municipio o de la gobernación para efectuar la actividad.
Minutos más tarde permitieron la salida de los usuarios. El equipo de El Diario pudo conocer que los efectivos no emitieron multa por la falta de permisos ni clausuraron las proyecciones para futuras ocasiones.
Leonardo Patarca fue uno de los usuarios retenidos por la polícia. A través de la red social Twitter relató su experiencia. El joven asistió al autocine de la Unimet para la función de las 9:00 pm, una vez en el sitio se enteró que la proyección fue cancelada. Sin embargo, los encargados le ofrecieron ingresar y ver el final de la única cinta que se ofreció en el complejo este 3 de julio. Él accedió.
Al culminar la función contó que la Policía de Sucre impidió la salida de los autos y pidieron los documentos de identidad de los asistentes. Los interrogaron sobre el precio de las entradas. Permanecieron 30 minutos retenidos hasta que se les permitieron retirarse del lugar.
Hasta ahora, la página de Cinex aún muestra funciones para este fin de semana en ambos complejos, aunque no proyectó todas las pautadas para el día inaugural. Las razones aún se desconocen.
Este artículo de El Diario fue editado por: Génesis Herrera.