El 2 de julio fue establecido como el Día Mundial del Ovni para recordar el suceso ocurrido en la misma fecha, pero de 1947, cuando el granjero de Nuevo México Mac Brazel descubrió unos restos de una especie de nave dispersos en su rancho.
Este acontecimiento fue reporteado por el diario Roswell Daily Record y lo publicó en su edición del 8 de julio con el siguiente título: “Las fuerzas aéreas capturan un platillo volante en un rancho de la región de Roswell”.
Con este caso, muchas veces sobreexplotado especialmente por el cine, se inició la historia de uno de los enigmas más interesantes y atrayentes de las últimas décadas y que viene con la incógnita sobre el origen de estos artefactos.
El Pentágono de EEUU reconoció hace pocos meses la existencia del fenómeno ovni, aunque sin considerarlo extraterrestre. Incluso desclasificó, por primera vez en la historia, unos videos filmados por pilotos de la Marina estadounidense.
En Chile también se investiga este fenómeno y en octubre de 1997 la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) creó el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (Cefaa), cuyo objetivo es “estudiar los fenómenos aéreos anómalos que se presentan en el espacio aéreo nacional”. En su sitio web da cuenta de una serie de hechos ocurridos en Chile, documentados con fotografías y videos.