Se desconocen las razones que llevaron a la reina a excluir a los duques de Sussex, pero se confirma que la relación no está bien.
La reina Elizabeth II, como cada año, desde que asumió el trono, se sienta en algún aposento de un rincón del palacio real, el cual está decorado con un bonito pino navideño, mira a cámara y realiza un balance de los acontecimientos que vivió el Reino Unido.
En esta ocasión la madre del príncipe Charles, abordó temas de los cambios de gobierno hasta la dificultad de ejecutar el Brexit, sin dejar a un lado los problemas a los que se enfrentó dentro de las puertas del palacio, incluyendo la delicada salud de su esposo, Phillip, duque de Edimburgo de 98 años.
En su discurso anual, la reina hace una pequeña referencia a las dificultades que la familia real soportó este año, pues durante el 2019, en la corona real figuraron varios escándalos, desde el distanciamiento entre el príncipe William y el príncipe Harry, así como el enfrentamiento de los Duques de Sussex con el palacio real y los medios, hasta el vínculo que el príncipe Andrew, hijo de la reina, mantuvo con Jeffrey Epstein, pero más grave aún, las denuncias por abuso sexual contra menores que ahora pesan sobre él.
Sin embargo, lo que llamó la atención de todos este año fue que ningún marco destaca las figuras de Harry y Meghan Markle, a diferencia de las de William y Kate Middleton, que adornan el escritorio de la reina con su reciente postal navideña.
Como fondo también se pueden ver fotos del príncipe Charles, Camilla Parker, el príncipe Phillip y su difunto padre, el rey George VI.
Algunos expertos reales se apresuraron a señalar que los miembros incluidos de la Familia Real pertenecen a la línea de sucesión. Pero hubo otros que recordaron que las fotos de la boda de Meghan y Harry se incluyeron en la transmisión del año pasado, junto con la de la princesa Beatrice y Jack Brooksbank.