La #Tecnología se inspiró en la naturaleza



La naturaleza, particularmente a través del proceso evolutivo conocido como selección natural, tiene el beneficio de millones de años de ensaño y error, perfeccionando su diseño, por eso es lógico que los humanos recurran a ella para diseñar tecnología.
Este tipo de innovación que emula a la naturaleza se llama diseño biomimético y ha inspirado muchas de las mejores creaciones, desde trenes hasta edificios. A continuación algunos de ellos: 
El tren pájaro:
Japón es famoso por la increíble velocidad y eficiencia de sus trenes, sin embargo, cuando el famoso tren bala comenzó a circular, se dieron cuenta de que había un enorme problema: con su velocidad de 300 km/h, cada vez que emergía de un túnel generaba un estruendo que podía escucharse a 400 metros de distancia.
El tren comprimía el aire en el túnel de tal forma que, al salir, producía una gran explosión de sonido. La respuesta llegó de la mano de Eiji Nakatsu, quien además de ser ingeniero, es aficionado a los pájaros, el tren de Nakatsu, que se inauguró en 1997, incluyó un rediseño de la parte frontal inspirada en el pico aerodinámico del martín pescador.
Pero también implementó mejoras inspiradas en las plumas de las lechuza, aves conocidas por su vuelo silencios, y del abdomen del pingüino adelaida, que se desliza con un mínimo de resistencia en el agua.
Turbinas de ballena:
La ballena jorobada pesa 36 toneladas, pero es uno de los nadadores, buceadores y saltadores más elegantes del mar.
Tal como demostró hace 15 años el biomecánico Frank Fish, estas habilidades dinámicas se deben en gran medida a las protuberancias irregulares en la parte frontal de sus aletas, llamadas tubérculos.
Así como sucede con las alas de los aviones, las ballenas colocan susaletas en diferentes ángulos de inclinación para aumentar la velocidad de subida. Sin embargo, si las inclinan demasiado, quedan suspendidas.
Tenaz como un cardo:
En 1948, el ingeniero suizo George de Mestral paseaba por el bosque junto a su perro cuando notó la tenacidad con la que los cardos se adherían a su ropa y al pelo de su mascota.
Al poner uno de estos abrojos bajo el microscopio notó que estaban cubiertos de pequeños ganchos flexibles.  Estos ganchos tenían la capacidad de adherirse en cualquier cosa que tuviese curvas o bucles, desde la tela de la ropa hasta el pelaje del perro.
De Mestral entonces desarrolló un nuevo sistema de cierre formado por dos tejidos: uno con pequeños ganchos y otro con pequeños bucles.
Termitas a gran escala:
El Centro Eastgate en Harare, la capital de Zimbabue, es el mayor ejemplo del biomimetismo a gran escala.
Es el centro comercial y de oficinas más grande del país. Utiliza sistemas de calefacción y enfriamiento no convencionales que regulan la temperatura durante todo el año.
Para ello el arquitecto Mick Pearce se inspiró en la ingeniosa estructura de los montículos de las termitas. Estos montículos se mantienen frescos porque tienen un sistema de ventilación compuesto por conductos que se abren y cierran, regulando así las corrientes de aire.
El edificio utiliza un proceso similar, lo que le permite usar un 10% de la energía que emplean otros edificios de similar tamaño, según afirma Pearce en su página web.






 
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