Annie Windley es una de esas tantas jóvenes que desde muy jovencita desarrolló anorexia. A los 15 años comenzó a contar las calorías y a comer,
Gracias a un chocolate que comió sin remordimiento comenzó a equilibrar su dieta, muy distante a la tostada y mermelada que comía. Hoy tiene 21 años y luce radiante.
Durante su proceso de enfermedad eliminó los carbohidratos, las carnes y los lácteos . Aborrecía la comida, una lasaña al frente de ella, era para temblar.
Vean su transformación. Está viva de milagro.