John DePass, un excampeón canadiense de culturismo y entrenador físico profesional, afirma que ha vencido el dolor crónico que sufría gracias a su inusual dieta: durante la semana solo bebe su propia orina y los domingos se permite comer carne.
Ese hombre de 46 años ha dedicado tres décadas de su vida al culturismo. En 1994, representó a Canadá en el concurso Mister Universo y en 1997 ganó el Campeonato de Culturismo de Norteamérica para pesos medios. Sin embargo, hace tres años modificó su estilo de vida debido a las incesantes molestias que padecía.
Primero, eliminó los alimentos de origen animal y, hace medio año, casi todos los demás. Así, de lunes a jueves consume su líquido excretado y jugos de fruta de manera esporádica, los viernes añade fruta y un batido, los sábados incorpora verduras y los domingos trata de comer "carne y pasta, arroz o papas" con su familia, según relató al diario británico Daily Mail.
"Más vivo"
Aunque pasó de ingerir 5.000 calorías diarias a menos de 3.000 por semana, este deportista afirma que ha perdido alrededor de 14 kilogramos y se siente mejor que nunca. Además, su esposa ha superado el "disgusto" inicial por su bebida frecuente al ver cómo ha "beneficiado" su vida.
DePass argumenta que el ser humano se puede "beneficiar de los anticuerpos" presentes en la orina para ayudar al sistema inmunológico y al proceso digestión. Asimismo, ese líquido "está repleto de nutrientes de alta calidad para nuestro cuerpo" y proporciona aminoácidos, vitaminas y minerales, con lo cual su cuerpo "es más vivo, energético, vibrante" y puede expresarse y dormir mejor e incluso "respirar más profundamente".
Sin embargo, diversos científicos destacan que no existen pruebas de que resulte beneficioso beber orina, una práctica que se ha puesto de moda en Estados Unidos. De hecho, especialistas del riñón alertan que ingerir demasiada y acumular de desechos tóxicos puede provocar efectos similares a los de la insuficiencia renal.