Por años, el dolor de cabeza de los usuarios de equipos móviles ha residido en alargar la vida útil de las baterías lo máximo, tomando como referencia costumbres que no hacen más que acortar la perdurabilidad de los aparatos tecnológicos.
Los expertos en telefonía, recomiendan que una de las medidas para que la batería tenga más tiempo de vida es que la carga del teléfono no llegue a 100%, con la finalidad de evitar que cumpla más ciclos que afecten directamente su operatividad, asegurando que lo ideal es que la carga llegue de un 80% a 90%.
El mito sobre dejar que la batería se consuma en su totalidad, fue producto de la creación de pilas con níquel metal hidruro o níquel cadmio, componentes que obligaban a las personas en agotar la carga de la pila antes de cargarla, según iProfesional.
Actualmente, las baterías se hacen de iones de litio, cuya vida útil es de tres a cinco años, o de polímetro de litio, que tienen la capacidad de ser conectadas a gusto del consumidor. Aunque son de materiales diferentes tienen una similitud, la cual corresponde a que su vida útil se mide mediante ciclos de cargas.
Esos ciclos son aquellos en lo que la pila completa su carga al 100%, por ejemplo, "si en un día se consume el 80% de la pila, se puede recargar durante la noche, y si a la mañana siguiente se usa el 20%, ya se habrá descargado el total de la vida, porque entre los dos días, se realizó un ciclo de carga".
En pocas palabras, por tantos ciclos culminados la pila estaría perdiendo vida útil y poco a poco iría dañándose hasta necesitar un reemplazo.