Mentiras enormes y mentiras piadosas.
Falsas afirmaciones como estrategias o como medidas de protección. Todos
decimos mentiras o verdades a medias. De no hacerlo, habitaríamos un
mundo “insoportablemente real”, como el de la película ‘Increíble pero
falso’ protagonizada y dirigida por el comediante Ricky Gervais.
Si bien no vivimos en ese entorno donde
solo prima la verdad (que, por cierto, en el filme se ve que sería
bastante incómodo), hay un ciberuniverso donde nos animamos a ser más
genuinos. Casi que totalmente despojados. Ahí es donde, en mayor o en
menor medida, le preguntamos todo (o casi todo) a Google.
El escritor y científico de datos Seth
Stephens-Davidowitz se dedicó a estudiar durante cuatro años datos
anónimos de búsquedas realizadas en Google, en los Estados Unidos. Estos
hallazgos los volcó en el libro ‘Everybody Lies. Big data, new data and
what the Internet can tell us about who we really are’ (en castellano
se traduciría como Todos mienten. Big data, nueva data y todo lo que
Internet puede contarnos sobre quiénes somos realmente).
Según explica el autor, Google es un
gran repositorio de información que sirve para entender cómo funciona la
psiquis humana. Entre los tantos secretos que habitan en ese universo
digital están las dudas y preocupaciones más habituales sobre el sexo.
La falta de sexo
Es 16 veces más frecuente encontrar
quejas sobre la falta de deseo sexual en la pareja que por la falta de
diálogo. De hecho, “matrimonio sin sexo” es una búsqueda más frecuente
que “matrimonio sin amor” o “matrimonio infeliz”.
Las búsquedas de Google dejan en claro
que las personas sienten culpa por la falta de sexo en sus relaciones.
La principal queja sobre este tema es “mi pareja no quiere tener sexo
conmigo”. En segundo lugar queda “mi pareja no me escribe”.
Por otro lado, “mi novio no quiere tener
sexo conmigo” es el doble de frecuente que “mi novia no quiere tener
sexo conmigo”. “Desde mi punto de vista parece haber una erosión del
deseo sexual tal vez por las oscilaciones de aquel en relación con la
vida de pareja. La pareja necesita tener su espacio de intimidad para
que pueda surgir el deseo y disfrutar”, analiza Mónica Cruppi, psicóloga
y autora del libro ‘Vivir en la posmodernidad’.
Hay una preocupación por ser sexualmente
activo y gozar que no se condice con el espacio y el tiempo que,
efectivamente se le termina de dar al sexo, explica la experta. “Se
trata de una sociedad que nos genera demasiadas obligaciones, una
sociedad que nos obliga y que nos demanda producir y consumir. Y en
cuanto más tiempo le dedicamos a la adquisición de medios para poder
consumir, más tiempo le restamos a disfrutar de la vida y de la
sexualidad: invertir más en adquirir cosas es invertir menos en placer”,
concluye Cruppi.
El tamaño
El pene es el órgano más buscado en
Google. Le gana al corazón, los pulmones, los músculos, el hígado e
incluso el cerebro. Lo que más se consulta en relación con el pene es el
tamaño. Se quiere saber cuáles son las dimensiones normales o ideales
y, sobre todo, cómo se lo puede hacer crecer.
De hecho, los hombres preguntan con
mayor frecuencia cómo lograr que su miembro sea más grande que cómo
afinar una guitarra, preparar un omelette o cambiar una llanta.
Para ellas, el problema es otro cabe
destacar que esta parece ser una preocupación más del género masculino
que femenino: por cada 170 búsquedas de los hombres sobre su propio
miembro, solo una mujer pregunta sobre el pene de su pareja. Más del 40%
de las quejas femeninas en relación con este órgano tiene que ver con
que es muy grande. El dolor o la irritación provocada por el tamaño es
una de las búsquedas más habituales.
La segunda consulta sexual más
frecuente, en el caso de los hombres, es cómo hacer que el coito dure
más. Para ellas, en cambio, la preocupación pasa por lograr que lleguen
al clímax más rápido o bien por entender por qué su pareja no llega al
orgasmo.
¿Es gay?
“¿Mi marido es gay?” es una consulta
bastante habitual en la web. Este tema preocupa más que saber si es
infiel, alcohólico o depresivo, otras de las preocupaciones que ellas
tienen en relación con sus parejas.
Las preguntas sobre la sexualidad del
hombre son más habituales en las zonas menos tolerantes sobre la
homosexualidad, como es el caso de Carolina del Sur y Luisiana. En 21 de
los 25 estados donde esta consulta es más frecuente, la tasa de apoyo a
los matrimonios igualitarios es más bajo que el promedio nacional.
Siliconas y algo más
Cada año se hacen 7 millones de
consultas sobre implantes de siliconas, aunque solo 300 mil se someten a
este tipo de cirugías. El pecho no es la única preocupación: por cada 5
consultas sobre cómo aumentar el tamaño de los senos, hay una sobre
cómo tener un trasero más grande.
A los hombres también les preocupa
bastante su estética, aunque no siempre lo confiesen abiertamente: ellos
hacen el 42% de las búsquedas sobre belleza y fitness; el 39% sobre
cirugías estéticas y el 33% sobre cómo perder peso.