Un
estudio revela que la primera sonda enviada en 1976 al planeta rojo
recogió evidencias de materia biológica que fueron destruidas por
accidente.
La
sonda Viking, lanzada en 1976 por la NASA para inspeccionar Marte en
busca de hallazgos biológicos tuvo éxito, aunque la hipótesis de los
científicos se decantaba por restos orgánicos que habrían llegado a
Marte por el impacto de meteoritos contra su superficie.
La misión encontró estos restos que fueron eliminados al utilizar un
soplete de la sonda para la extracción de material para su
investigación.
La nueva misión espacial en Marte, Divinity, halló gases compatibles
con la vida orgánica, aunque esto también lo encontró la anterior sonda,
pero destruyendo las pruebas. Estos hallazgos acercan cada vez más a la
NASA al descubrimiento de vida en Marte.