El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, aseguró este martes que
el Gobierno nacional está interesado en que las remesas −que envían los
venezolanos en el extranjero a familiares y amigos en el país− sean
controladas, y agregó que los números que se plantean para el tipo de
cambio del Dicom se están acercando al mercado paralelo.
“En este momento el Gobierno intenta acercarse al mercado paralelo con ese dólar de remesa en particular. El Gobierno de alguna manera está entendiendo que quiere participar en el juego económico, pero para eso tendrá que reconocer el desplazamiento (del dólar Dicom) al precio del mercado paralelo”, explicó el también economista durante una entrevista en el programa Shirley Radio del Circuito Onda.
Precisó, además, León que el Estado deberá abrirse a las remesas y reconocer un tipo de cambio distinto al fijado a tasa oficial, por lo que vendrán “recálculos y críticas”, ya que es un “absurdo que le permitas a dos millones (de personas) repatriar 100 mil bolívares, por ejemplo, cuando estás obligando al sector privado a operar en un Dicom que es decenas de veces menos que eso”.
“Se está obligando a las empresas a utilizar sus propias divisas, que es una repatriación, para mantener los procesos productivos, y a pasar a un tipo de cambio absurdo para la fijación de los precios. Ese tema es insostenible”, alertó el economista, quien también señaló que “la subasta Dicom no es abierta y los compradores tienen un sesgo en su oferta”, por lo que “sus precios no representan los precios de mercado”.
Agregó que el Gobierno se encuentra “buscando mecanismos para obtener dinero” y entre las alternativas existentes están las remesas y la repatriación.
“Esas dos partidas, en otros países como El Salvador, que han tenido crisis muy profundas, se han convertido en el ingreso principal. En el caso venezolano, el Gobierno no ha participado, aunque quiere, porque hay una diferencia brutal entre el tipo de cambio negro y oficial que ofrecen (…) y al haber esa diferencia, nadie en su sano juicio le va a mandar 100 dólares a su familia o va a traerlos pasando por un mercado (como el Dicom) donde va a obtener un porcentaje mínimo en comparación con el mercado negro”, mencionó.
León afirmó que el Estado quiere ser el protagonista de esos “1.500, 2.000 millones de dólares, que pueden terminar siendo 4.000 millones en los próximos años, que ingresan al país” por concepto de remesas, pero advirtió que lo que va a ocurrir es que el mercado, políticamente y económicamente, “va a migrar completo si el Gobierno finalmente permite que esas remesas ingresen a un precio similar al precio de mercado. Y si no lo permite, ese sistema de remesas simplemente no va a funcionar porque nadie va a utilizarlo para pasar sus divisas por ese mecanismo”.
“En este momento el Gobierno intenta acercarse al mercado paralelo con ese dólar de remesa en particular. El Gobierno de alguna manera está entendiendo que quiere participar en el juego económico, pero para eso tendrá que reconocer el desplazamiento (del dólar Dicom) al precio del mercado paralelo”, explicó el también economista durante una entrevista en el programa Shirley Radio del Circuito Onda.
Precisó, además, León que el Estado deberá abrirse a las remesas y reconocer un tipo de cambio distinto al fijado a tasa oficial, por lo que vendrán “recálculos y críticas”, ya que es un “absurdo que le permitas a dos millones (de personas) repatriar 100 mil bolívares, por ejemplo, cuando estás obligando al sector privado a operar en un Dicom que es decenas de veces menos que eso”.
“Se está obligando a las empresas a utilizar sus propias divisas, que es una repatriación, para mantener los procesos productivos, y a pasar a un tipo de cambio absurdo para la fijación de los precios. Ese tema es insostenible”, alertó el economista, quien también señaló que “la subasta Dicom no es abierta y los compradores tienen un sesgo en su oferta”, por lo que “sus precios no representan los precios de mercado”.
Agregó que el Gobierno se encuentra “buscando mecanismos para obtener dinero” y entre las alternativas existentes están las remesas y la repatriación.
“Esas dos partidas, en otros países como El Salvador, que han tenido crisis muy profundas, se han convertido en el ingreso principal. En el caso venezolano, el Gobierno no ha participado, aunque quiere, porque hay una diferencia brutal entre el tipo de cambio negro y oficial que ofrecen (…) y al haber esa diferencia, nadie en su sano juicio le va a mandar 100 dólares a su familia o va a traerlos pasando por un mercado (como el Dicom) donde va a obtener un porcentaje mínimo en comparación con el mercado negro”, mencionó.
León afirmó que el Estado quiere ser el protagonista de esos “1.500, 2.000 millones de dólares, que pueden terminar siendo 4.000 millones en los próximos años, que ingresan al país” por concepto de remesas, pero advirtió que lo que va a ocurrir es que el mercado, políticamente y económicamente, “va a migrar completo si el Gobierno finalmente permite que esas remesas ingresen a un precio similar al precio de mercado. Y si no lo permite, ese sistema de remesas simplemente no va a funcionar porque nadie va a utilizarlo para pasar sus divisas por ese mecanismo”.