La Habana (PL) Las aves son los últimos dinosaurios de la Tierra, pero como estamos acostumbrados a su presencia, rara vez vemos en ellas a las criaturas extintas que antaño dominaron el planeta.
Sin embargo, esta clase animal conserva un legado mucho más extenso de lo que pensamos. Ejemplo de ello podría ser el brillante plumaje que lucen algunas especies.
Así lo demostró el "dinosaurio arcoíris", bautizado de esa forma por el tono iridiscente de su plumaje.
Ese ejemplar recién descubierto en China atestigua el vínculo entre los grandes reptiles y aves tan pequeñas como los colibríes, pero además es un eslabón más en la cadena evolutiva de la Tierra.
Según un estudio publicado en la revista científica Nature, el animal fosilizado vivió hace 161 millones de años en territorio asiático.
Para los autores, era un animal digno de ver, pues lucía en su cabeza, alas y cola unas hermosas plumas, con colores que brillaban y cambiaban con la luz.
Nombrado Caihong juji ("arcoiris con gran cresta", en mandarín), fue descubierto por un granjero en el noreste de China en 2014.
Cuando los científicos recuperaron los fósiles se encontraron con un animal pequeño, del tamaño de un pato, con una cresta ósea en su cabeza y largas plumas en forma de cinta, que llaman la atención.
Los científicos analizaron las misteriosas plumas con un microscopio electrónico y encontraron restos de melanosomas, es decir, huellas celulares de pigmento orgánico.
Pesquisas posteriores revelaron todos los colores y el resplandor del plumaje original de esta ave prehistórica.
"El pigmento en las plumas es negro, pero las formas de los melanosomas que producen ese pigmento son las que hacen que veamos los colores en las plumas del colibrí", detalló el artículo de Nature.
Por otra parte, los autores del estudio apuntan que Caihong también es el animal más antiguo conocido con plumas asimétricas, característica de las aves modernas para dirigir el vuelo.
Sin embargo, precisan, no podía volar, por lo que probablemente las utilizaba para mantener el calor y atraer al sexo opuesto.
En conclusión, las plumas de arcoíris de Caihong podrían ser una versión prehistórica de la cola del pavo real.
El fósil chino también tenía otros rasgos asociados con especies mucho más tempranas de dinosaurios, incluida la cresta ósea en su cabeza.
Para los expertos ese animal evidencia una evolución en mosaico, diferentes rasgos que evolucionan independientemente uno del otro.
No obstante, ya el Caihong pasó a la historia de las ciencias como un rompecabezas extinto que causa admiración.