A la sombra de las palmeras, el Nissan Blanco no llamaba la atención. Un transeúnte se fijó en que había dos cuerpos ensangrentados: eran la periodista venezolana Wendy Bandera, de 25 años, y su esposo y feminicida, Luis Palacios (28) quien intentó suicidarse.
El miércoles en la mañana, Bandera y Palacios llegaron a un tribunal en el ayuntamiento de Hialeah, en el centro de Miami. “Ella había manifestado a amigos que tenía problemas de pareja y quería divorciarse”, indicó el diario Las Américas.
“La mujer está muerta”, dijo el comandante de la policía, César Palacios, a la cadena Telemundo. “El hombre (Palacios) fue trasladado al Jackson Memorial Hospital, donde se encuentra en condición crítica”, agregaron reportes de los medios en el estado de la Florida.
Una fuente de la policía de la Florida declaró: “Los agentes investigan los hechos como un homicidio e intento de suicidio en lo que podría tratarse de un caso de violencia doméstica”.
El feminicidio de Wendy es el cuarto que tiene como víctima a una venezolana que vive en el exterior, una seguidilla que comenzó con el caso de Susjes Díaz, en la avenida Vicuña Mackenna de Santiago de Chile, el 4 de noviembre.
El 26 de ese mismo mes, Génesis Gibson, una varguense que se encontraba desaparecida en México fue hallada muerta en un hotel de la Ciudad de México.
El tercer caso se registró 24 horas antes de la muerte de Bandera. Verónica Raga fue encontrada sin vida en un camellón del Norte de Santander, en Colombia. Tenía 22 años. Trabajaba en un billar en el corregimiento de El Aserrío.
En el caso de Miami, la imagen aérea del Nissan blanco, de modelo reciente, con las puertas abiertas y rodeado de policías, dio la vuelta al mundo. “No es común que se registren crímenes en esta zona”, dijeron vecinos de comunidades en el Doral.
Bandera estaba residenciada en Miami y había “estado vinculada con el diario Las Américas, donde hizo una pasantía”, informó ese periódico.
Su hermana, Wanda, desde Venezuela escribió: “Mi hermana Wendy fue brutalmente asesinada por su exesposo, mis padres y yo vivimmos en Venezuela y necesitamos de tu ayuda para poder enterrar sus restos pero no tenemos cómo hacerlo”.
Abrieron una cuenta en gofoundme.com para recaudar fondos y realizar los complejos trámites de repatriación de un cadáver de un hecho violento desde los Estados Unidos.
