Corea
del Norte ha movilizado aviones y reforzado las defensas en su costa
oriental después de que Estados Unidos enviara el fin de semana a esa
zona cazas y bombarderos, según una fuente de la Inteligencia surcoreana
citada este lunes por la agencia de noticias Yonhap.
Un
portavoz del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) explicó a Efe que
esta información fue transmitida a un comité parlamentario por un
miembro de los servicios de espionaje, aunque no puede ser confirmada
por el momento.
La operación de las aeronaves estadounidenses, que según el Pentágono
es la que más se ha acercado a territorio norcoreano en lo que va de
siglo, se realizó aparentemente en torno a la medianoche (hora local)
del sábado.
Los servicios de inteligencia explicaron que el Ejército norcoreano
aparentemente fue incapaz de detectar el vuelo de los B-1B y los F-15
cerca de su costa por un posible fallo en su sistema de radares, declaró
a Yonhap el presidente del comité parlamentario, Lee Cheol-woo.
La hora de las operaciones estadounidenses pudo ser el motivo por el
cual los radares podrían no haber funcionado correctamente ante los
problemas de suministro eléctrico en Corea del Norte, añadió el NIS.
Se cree que el Ejército norcoreano posee un sistema de alerta
temprana para posibles intrusiones aéreas con un rango de detección de
hasta 600 kilómetros.
El envío de bombarderos de EE.UU. a las cercanías de la costa
oriental de Corea del Norte se produjo después de que los líderes de
ambos países, Donald Trump y Kim Jong-un, persistieran en sus duros
intercambios dialécticos, algo que unido a las continuas pruebas de
armas de Pyongyang ha disparado la tensión en la península coreana.
El ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, escenificó el lunes
en Nueva York el último episodio de esta escalada al asegurar que las
palabras ante la ONU del presidente estadounidense, que amenazó con
“destruir totalmente Corea del Norte”, suponen una declaración de guerra
contra su país. EFE