El squirt o eyaculación femenina, término reciente, toma en
consideración el reconocimiento de que también en la mujer existe una
próstata, normalmente confundida con el famoso ‘punto G’.Te enseñamos cómo su correcta estimulación proporciona lubricación y placer que podría llegar a ser superior al de una penetración normal en la mujer.
Debemos considerar que alrededor de la próstata femenina, están
distribuidas las glándulas skene, encargadas de recoger la lubricación y
la transportan por canales directos a la uretra.
Es por ello que se confunde comúnmente la eyaculación femenina con la orina.La
Hendrick prestigiosa sexóloga , “la gurú” en temas de eyaculación
femenina, ofrecen algunos pasos para un orgasmo placentero:
1. Lo primero es preparar el cuerpo: recostarse cómodamente, abrir bien las piernas, estar cómoda en posición horizontal. Se comienza estimulando suavemente el clítoris para llenarlo de sangre y poder palparlo por dentro de la cavidad vaginal.
2. Introduzca el dedo corazón o el anular (mejor sí son los dos) por la vagina con la palma hacia arriba. No los sumerja completamente, la próstata femenina está a escasos centímetros de profundidad. Detrás del hueso púbico para ser más exactos. De hecho se puede sentir con las yemas, es una superficie algo rugosa que si se presiona deja sentir el hueso púbico, lo sabrá porque comenzará a sentir (la intensidad varía) una sensación parecida a la de querer orinar.
3. Una vez ubicado el punto, comience a masajear aumentando frecuencia y presión. Sentirá que la próstata de su pareja comenzará a crecer, casi comparable al tamaño de una almendra. Puede hacer movimientos circulares, lineales, dar toques rápidos, detenerse o empujar hacia arriba. Lo importante es hacer presión como si se estuviera pretendiendo tocar el hueso púbico.
Atentos porque es posible que en esta etapa ella experimente un orgasmo sin eyacular. Lo bueno de esto es que hace parte de la labor de ejercitar la próstata, así que vuélvanlo a intentar porque las mujeres logramos tener un orgasmo tras otro con facilidad.
4. Pero como el asunto que nos ocupa es llegar al squirt. Combine los movimientos anteriores y pídale a ella que haga contracciones intermitentes de los músculos que liberan o retienen la orina. Esta práctica es conocida como el beso de Singapur y muchas mujeres la utilizan para potencializar y prolongar por varios segundos más el orgasmo.
Estimulación, contracciones y sensación orgásmica ayudan a la producción de abundante lubricación, que continuamente es recogida por las glándulas skene que les mencioné antes.
5. No paren. Continúen estimulando la próstata con delicados frotes y presionándola sobre el hueso púbico. Mientras más excitada esté, masturbe con más fuerza. No tengan miedo de lastimarla porque en este punto ya se está sintiendo un placer que va en delicioso aumento.
6. Los dedos adentro deben moverse como si se estuviera haciendo el ademán de “ven acá”. Cuando ella sienta muchas ganas de orinar, debe levantar las caderas presionando las nalgas, hay que continuar con la masturbación fuerte hasta producir el squirt. Los resultados y la cara de ella no dejarán duda de que la tarea se ha cumplido.
Recomendaciones:
7. Si la sensación de lograrlo se escapa, repita hasta conseguirlo. Se requiere de práctica previa y mucha concentración para lograr el squirt.
8. En el momento de la eyaculación retire con rapidez los dedos de la cavidad vaginal, ella debe pujar sin dejar de contraer las nalgas y con la cadera elevada. Termine dando un masaje circular con varios dedos sobre los labios mayores que cubren el clítoris. Gesto de ternura y cariño que apreciará
.
Sentir es lo esencial, concentrarse es fundamental y creer que se va a
lograr más que necesario. Lo importante es entregarse a la sensación y
dejarla fluir. No todas las mujeres eyaculan en el primer intento, es
cuestión de conocerse sexualmente, estimular correcta y frecuentemente
para tener un orgasmo que, en efecto, hará que sientan que se están
orinando del placer.
