La
polémica está servida. Ayer, un columnista del diario colombiano “El
Heraldo”, Abelardo de la Espriella, escribía un artículo de opinión en
este periódico, titulado “Muerte al tirano”, en el que, tras la salida
de la cárcel del opositor venezolano Leopoldo López, criticaba la violencia y “la servicia empleadas por la narcodictadura de Nicolás Maduro contra el pueblo venezolano”.
Hasta ahí, todo normal, pero, tras criticar al propio Gobierno de Colombia por responder a los ataques de Venezuela con “insulsas y desabridas notas de protesta, para no molestar a los señores de las Farc (socios de los chavistas), a quienes no les interesa que Maduro, Diosdado y compañía salgan del poder”, hablaba de la muerte de Maduro.
“Los venezolanos de bien y la comunidad internacional en pleno deben entender que la muerte de Nicolás Maduro se hace necesaria para garantizar la supervivencia de la República. No se trataría de un asesinato común, sino de un acto patriótico que está amparado por la constitución venezolana y que resulta, por demás, moralmente irreprochable” decía exactamente.
Las críticas no se hicieron esperar y la presión se fue haciendo cada vez mayor hasta que el propio columnista decidía renunciar a su colaboración con el diario.
Según publicar varios medios colombianos, el director del periódico, Marcos Schwartz, había hablado con De la Espriella para comunicarle que el artículo “no encajaba con los principios del periódico” y que lo más conveniente era que dejara de publicar la columna.
De la Espriella, abogado, especialista en Derecho Penal y fundador de su propia firma de abogados, ha decidido renunciar a la columna, pero no ha renegado de sus opiniones y, de hecho, hoy en Twitter ha escrito que para lo que ha escrito “hay un sustento legal, filosófico, jurídico e incluso religioso para lo que he dicho. No soy un criminal”.
Ángel Luis de Santos, @aldesantos Madrid