Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto “la corrupción ha llegado a niveles inimaginables”, al grado de que ya se ha convertido en una “lucrativa empresa” que está beneficiando “a unos pocos”, asegura la arquidiócesis primada de México.
En la reciente edición de su semanario Desde la Fe, la arquidiócesis afirma:
“La corrupción ha llegado a niveles inimaginables que han hecho de la presente administración una lucrativa empresa, con filiales y subsidiarias, que enriquecen ilícitamente a unos pocos”.
El semanario señala que el antiguo lema de “roban, pero salpican”, con Peña Nieto “vuelve a hacerse vigente”, aunque ahora se ha “refinado” en sus “métodos”.
Y como ejemplo de la actual corrupción gubernamental, la arquidiócesis cita el caso de las “once dependencias del gobierno federal que otorgaron contratos ilegales por casi ocho mil millones de pesos, en complicidad con ocho universidades públicas”.
Señala que –de acuerdo con investigaciones periodísticas y análisis de la Auditoría Superior de la Federación–, de estos recursos se desviaron tres mil 433 millones de pesos “a empresas fantasma, sin cumplir los trabajos que motivaron los contratos, además de mil millones como comisión a las universidades para triangular recursos y contratar servicios a precios inflados”.
En su editorial, titulado “Roban, pero salpican”, Desde la Fe menciona a las siguientes dependencias federales que otorgaron estos contratos ilegales:
Petróleos Mexicanos, Banobras, Fovissste, el Registro Nacional Agrario, así como las secretarías de Educación Pública, Desarrollo Social, Economía y Agricultura.
Y entre las instituciones educativas involucradas en este hecho de corrupción, enlista a la UNAM, a la Universidad Autónoma de Morelos, a la del Estado de México y a la Universidad del Carmen.
Para el semanario de la arquidiócesis, éste es “el más grande de los fraudes en esta administración”, la cual, paradójicamente, “dice tener como eje de gobierno el combate a la corrupción”.
Desde la Fe destaca la corrupción en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), particularmente durante la gestión de Rosario Robles Berlanga (de 2012 a 2015), ya que –asegura– “esta funcionaria lucró con la pobreza, dejando a miles sin las posibilidades de vivir y jugando con su futuro”.
Sobre todo, con Rosario Robles al frente, en la Sedesol hubo “fallas en el diseño de programas, mala focalización de los mismos, errores en su implementación, falta de coordinación entre distintas instancias, deficiencias operativas y el otorgamiento de contratos sin cumplimiento”.
Se pregunta Desde la Fe: “¿Dónde quedaron esos millonarios desvíos? ¿Quiénes están viviendo ahora en la opulencia gracias al dinero que estaba destinado a los pobres, pero que nunca llegó a sus manos?”.
Indica que “de proseguir estos fraudes bien estructurados”, el llamado Sistema Nacional Anticorrupción del que tanto presume el actual gobierno, será solo “una carta de buenas intenciones”.
El semanario de la arquidiócesis –encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera— le advierte al gobierno de Peña Nieto que “la lucha contra la corrupción no solapa ni cubre amigos y carnales”, en velada referencia al llamado “fiscal carnal”, el procurador General de la República Raúl Cervantes, a quien se le descubrió un costosísimo automóvil Ferrari de superlujo.
“En una sociedad avanzada no hay contratos irregulares, licitaciones a modo, empresas fantasmas o errores administrativos”, recalca el arzobispado de México.
Y finalmente señala que “un gobierno de compromiso pone a los corruptos en la cárcel”. Y en estos casos de corrupción, concluye, “los culpables están a la vista”.