Este viernes la sonda Cassini se adentró hoy a las 7:57 hora local de Washington en la atmósfera de Saturno, donde acabó desintegrándose, tal y como estaba previsto, según informó la Agencia Espacial estadounidense, Nasa.
Se puso así fin a la Misión Cassini-Huygens, que a lo largo de los últimos veinte años ha recopilado datos tan importantes como la posible habitabilidad de dos de las lunas de Saturno, Encélado y Titán.
Es precisamente este hallazgo el que llevó a la NASA a tomar la
decisión de dar paso a la fase ‘Grand Finale’, con el propósito de
destruir la nave antes de que se perdiera su control desde la Tierra y
así evitar una posible colisión con una de las citadas lunas que pudiera
comprometer futuras investigaciones.
“Nuestra nave ha entrado en la atmósfera de Saturno y hemos recibido su última transmisión“, anunció la NASA a través de Twitter.
Lanzada el 15 de octubre 1997 junto a la sonda Huygens, que se
convirtió en el primer artefacto construido por el hombre que se posó en
una luna de otro planeta, la Cassini ha recopilado tal cantidad de
datos durante su misión que los expertos estiman que se tardarán décadas
en analizarlos en su totalidad.
Desde que la sonda Cassini se adentró en la órbita de Saturno, el 30 de junio de 2004, la NASA extendió su misión en dos ocasiones, hasta que su combustible comenzó a escasear y los directores del proyecto tuvieron que hacer frente a las distintas opciones existentes.
La NASA, finalmente, optó por destruir la nave tanto por preservar
las condiciones de las lunas Encélado y Titán como por aprovechar la
oportunidad única de obtener datos en el descenso de la sonda hacia la
superficie de Saturno, una información que hubiera sido imposible lograr
de otra manera.