Su obsesión por las cirugías y tener el
trasero más grande del mundo, ha llevado a una modelo a conseguir su
objetivo, sin embargo, en sus intentos por romper un récord han rayado
en la antiestético y grotesco.
Natasha Crown es una modelo sueca adicta
a las cirugías que se ha vuelto mundialmente reconocida por sus
prominentes glúteos producto del arduo trabajo de un cirujano plástico.
Actualmente, la colosal retaguardia de
Natasha mide 69 pulgadas, es decir, un metro con 75 centímetros de
circunferencia, medida que es insuficiente para la despampanante rubia
que pretende aumentarla más.
Según
‘Daily Mail’, Crown además de apoyarse de las cirugías, también come
grandes cantidades de calorías para que se conviertan en grasa y se
acumulen en su trasero, mismo que evidentemente ha acumulado gran
cantidad de celulitis para que logren verse muy naturales.
Pese a estar consciente de que su cuerpo
ya luce sumamente deformado, la rubia aseguró que lo primero que hace
en la mañana es verse al espejo y admirar su figura, insuficientemente
grande, para ella.