El ministro de Defensa nipón, Itsunori
Onodera, ha afirmado hoy domingo que la explosión causada por la
mencionada bomba de hidrógeno tenía un poder destructivo de unos 70
kilotones, mientras la bomba nuclear que utilizó Estados Unidos en 1945
para atacar la ciudad japonesa de Hiroshima tenía una potencia de 15
kilotones.
De esta manera, ha enfatizado que el nuevo ensayo de Pyongyang tenía una potencia mucho mayor que la de anteriores realizados.
“Es mucho mayor que los anteriores (ensayos nucleares)”, asegura a los periodistas el alto rango militar de Japón.
Algunos analistas advierten del avance
de la capacidad nuclear norcoreana y sostienen que su última prueba
–probablemente la más grande hasta ahora –conlleva un claro mensaje
político.
“Pese a las amenazas de Estados Unidos,
Pyongyang no va a detener o restringir sus actividades nucleares”,
afirman los expertos, según ha publicado hoy el diario británico Daily
Star.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, ya
había anunciado a principios de 2016 el ensayo por su país de una bomba
de hidrógeno, pero muchos expertos rechazaron tal afirmación.
No obstante, la televisión central de
Corea del Norte ha confirmado este domingo que el país ha llevado a cabo
con éxito un ensayo de bomba de hidrógeno. El test de la bomba
termonuclear, la sexta prueba llevada a cabo por Pyongyang, ha generado
un fuerte sismo de magnitud 6,3 en el noreste del país asiático.
El jefe del Comité de Defensa
surcoreano, Kim Young-woo, ha declarado que la sexta prueba nuclear de
Pyongyang ha sido de 100 kilotones, unas cuatro o cinco veces más
potente que la bomba nuclear lanzada sobre la ciudad japonesa de
Nagasaki en 1945.
Corea
del Norte ha asegurado en múltiples ocasiones que sus ensayos tienen
carácter disuasivo y defienden su “derecho a la autodefensa” ante las
“intenciones hostiles” de EE.UU. en su contra, como las maniobras
militares conjuntas Washington-Seúl en la península de Corea.