"The Shape of Water" (“La forma del agua”) de Guillermo del Toro es
una especie acuática de "La Bella y la Bestia", un cuento de hadas
transgresivo sobre el amor de una mujer por una criatura escamosa de las
profundidades amazónicas.
Como las mejores fábulas, está
también arraigada a la vida real: la historia de una migrante del sur
que enfrenta una recepción hostil en un país tan obsesionado con la
seguridad como es Estados Unidos.
"Creo que la fantasía es un género
muy político", dijo Del Toro el jueves en el Festival de Cine de
Venecia, donde "The Shape of Water" tuvo su estreno mundial. Es una de
las 21 películas que compiten por el codiciado León de Oro, el máximo
honor del evento.
"Los cuentos de hadas nacieron en tiempos de grandes dificultades. Nacieron en tiempos de hambruna, peste y guerra", añadió.
El filme, que combina elementos de
cintas de monstruos con thriller noir y musicales de Hollywood, desafía
las categorizaciones, aunque Del Toro hizo un intento al sugerir que es
"como Douglas Sirk reescribiendo 'Teorema' de Pasolini con un pez".
Algunos críticos la califican como la
mejor película de Del Toro desde "El laberinto del fauno”, de 2006. El
Daily Telegraph la resumió como "una verdadera cinta de la serie B que
te coagula la sangre y que también es, de alguna manera, un melodrama
brillantemente serio e infinitamente hermoso". Screen International la
calificó de "exquisita ... del Toro en su momento más dulce y
conmovedor".
Ubicado en Baltimore a principios de
la década de 1960, el filme sigue a Sally Hawkins en el papel de Elisa,
una huérfana muda que trabaja limpiando un laboratorio de alta
seguridad. Elisa establece un vínculo con una criatura capturada que
está en el centro de un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión
Soviética durante la Guerra Fría.
"Es una película ubicada en 1962,
pero es una película sobre hoy en día", dijo Del Toro a los reporteros
en una conferencia de prensa en Venecia. "Es sobre los problemas que
tenemos hoy. Cuando Estados Unidos habla de ser grande de nuevo, pienso
que sueña con un Estados Unidos que estuvo en gestación en el 62, un
Estados Unidos que era futurista, lleno de promesa... pero que al mismo
tiempo tenía racismo, sexismo, clasismo".
Del Toro dijo que la criatura,
fluidamente interpretada por Doug Jones, es el único personaje sin
nombre en la película porque representa "muchas cosas para mucha gente".
Para la solitaria Elisa, "es la
primera vez que alguien, o algo, la mira del modo en que uno mira a una
persona a la que quiere". Para el personaje de Michael Shannon, el
despiadado agente gubernamental Strickland, la criatura es "una cosa
oscura y sucia que viene del sur" y debe ser eliminada.
"Yo soy mexicano, y sé lo que es que
te vean como 'el otro’ sin importar las circunstancias en las que
estás", dijo el director. Y el personaje de la criatura encarna esa
otredad.
La cinta cuenta con cálidas
actuaciones de Octavia Spencer y Richard Jenkins como amigos de Elisa, y
una cautivadora interpretación de Hawkins, quien crea un personaje
profundo, apasionado y compasivo sin decir una sola palabra.
Hawkins dijo que cuando Del Toro le
habló por primera vez de esta película, ella estaba trabajando en su
propio proyecto sobre "una mujer que no sabe que es una sirena". Algunas
de esas ideas alimentaron al personaje de Elisa.
"Fue sencillamente sincronismo",
dijo. "Fue muy extraño. Estas cosas rara vez suceden y cuando pasan uno
sabe que es algo especial".
"The Shape of Water" incluye una rica
mezcla de ingredientes característicos de Del Toro, desde espías rusos
hasta interludios musicales. Su mensaje predominante, dice el cineasta,
es "elegir el amor por encima del miedo".
"Vivimos tiempos en los que el temor y
el cinismo son usados de una manera muy ubicua y persuasiva", dijo Del
Toro. "Nuestra primera tarea cuando nos despertamos es creer en el
amor”.
"Es la fuerza más grande del universo", aseguró. "Los Beatles y Jesús no pueden estar equivocados _ No los dos al mismo tiempo".