Garrett Higgs llegó a su casa en Florida. En el mismo instante en el
que abre la puerta, escuchó unos gemidos que venían de la habitación
principal. Él creyó lo peor: sospechó que su esposa Flavia Higgs
estaba engañándolo con otro hombre por lo que abrió la puerta con un
golpe.
El hombre desesperado por encontrar la razón por la que su esposa y
él no habían tenido relaciones desde hace un año, irrumpió en la
habitación creyendo que estaba con un hombre. Pero su sorpresa fue otra:
Flavia estaba masturbándose y llegando al climax. Enfureció de
inmediato, saltó sobre su marido y comenzó a golpearlo sin detenerse. De
inmediato, por los ruidos, la violencia y el escándalo generado, Flavia
decidió llamar al 911.
El personal del Departamento de Policía llegó de inmediato a la
vivienda. En el reporte, el agente a cargo del incidente escribió:
“[Garrett] dijo que llegó a casa y escuchó gemidos, explicó que él y su
esposa han estado separados desde hace un tiempo y que dormían en
dormitorios separados y que no habían intimado desde hacía más de un
año”. Y continúa: “Dijo que cuando escuchó, se dirigió a la
habitación y continuó oyendo el mismo ruido de satisfacción. Dijo que la
puerta estaba cerrada y que ella no respondía”. Al cabo de unos
segundos se las ingenió para ingresar y fue allí cuando se produjo la
pelea.
La mujer, tras hablar con los oficiales de policía que se acercaron
hasta la propiedad, confirmó la historia, aunque aclaró que no recordaba
si le había pegado con el puño cerrado o la mano abierta. “Contó que
estaba dándose placer a sí misma y que él empujó la puerta para ingresar
a la habitación”.
Flavia Higgs fue llevada detenida por haber sido la que inició el contacto físico y la agresión. Horas después fue puesta en libertad, pero podría afrontar cargos más severos si el marido inicia una denuncia.