¿Qué tienen en común un excéntrico ex
jugador norteamericano de básquet, un ex profesional japonés de lucha
libre que ahora es senador y un polémico humorista francés? Todos ellos
son invitados "estrella" del régimen norcoreano de Kim Jong-un, sin que
se sepa si viajan al hermético país para divertirse o lo hacen para
cumplir algún tipo de rol político.
En momentos en que las tensiones entre Corea del Norte
y la comunidad internacional alcanzan un límite sin igual, la agitación
alrededor de estas personalidades deja abiertos varios interrogantes
sin respuesta y disgusta a algunos gobiernos.
El ex
basquetbolista estadounidense Dennis Rodman es una de las celebridades
que ha viajado en varias oportunidades a Pyongyang, donde es conocida la
afición de Kim por el básquet. "Lo principal que intentamos hacer es
abrir las puertas entre los dos países", expresó en su momento el ex
jugador de los Chicago Bulls, en un video filmado en junio.
Rodman se ganó una avalancha de críticas en 2014 por haber cantado el feliz cumpleaños a Kim, su "amigo de la vida".
Ex
compañero de Michael Jordan en los Bulls, Rodman fue también uno de los
famosos que respaldó al republicano Donald Trump durante la campaña
presidencial del año pasado.
Que
Rodman, un atleta de alto nivel, se preste al juego, o que las
invitaciones emanen de la Korean International Sports Travel Company no
es casual.
"La promoción del deporte está estrechamente
asociada a la imagen de Kim Jong-un: un dirigente joven y enérgico. Es
también un elemento de la política exterior, una manera de hacer ondear
la bandera nacional un poco en todas partes del mundo y de dar una
imagen más simpática del país", escribió el ensayista y periodista
Philippe Pons en su libro Corea del Norte, un Estado-guerrilla en mutación.
Con
más de 30 viajes a Corea del Norte, el rostro más conocido de la lucha
libre japonesa, Antonio Inoki, ahora senador, ya es un aficionado a los
vuelos entre China (paso obligado) y Corea del Norte .
Cada
vez que los periodistas le preguntan en el aeropuerto qué es lo que va a
hacer en Corea del Norte, Inoki, senador desde 1989 y que tuvo su
primera estadía en Pyongyang en 1994, se irrita. "Estudien un poco mi
trayectoria, banda de imbéciles", tuiteó la semana pasada antes de
despegar hacia la capital norcoreana.
Sin variar su
discurso, este hombre que siempre lleva una bufanda roja (incluso en
verano) responde que viaja para favorecer "los vínculos del deporte",
sin esconder que una vez allá tiene la posibilidad de reunirse con
personalidades de primer orden.
Al ser consultado sobre
los viajes de Inoki, el vocero del gobierno japonés, Yoshihide Suga,
apenas esconde su enojo. La línea oficial de Tokio es reforzar la
presión sobre Pyongyang para que el país renuncie al desarrollo de
misiles y armas nucleares.
Más novato en su apoyo, el
humorista francés Dieudonné, varias veces condenado por insultos
racistas e incitación al odio, viajó por primera vez este fin de semana a
Pyongyang junto al ensayista de extrema derecha Alain Soral, ambos
invitados por la Korea International Sports Travel Company.
Estos
personajes muy controvertidos dicen que pretenden "obrar para la paz",
sin aludir a los misiles que Corea del Norte dispara regularmente.
"Kim
es un dirigente aislado. Puede que quiera pasar el mensaje de que no lo
está y que se reúne con personalidades extranjeras", dijo el profesor
Lee Yong-Hwa, experto de la península coreana de la Universidad de
Kansai, en Osaka (Japón).
Esas personas son "invitadas
por un miembro del entorno del dirigente norcoreano, pero eso no tiene
un significado diplomático. Refleja la política interior de Corea del
Norte", explicó Toshimitsu Shigemura, profesor emérito de la universidad
japonesa Waseda.
"Pienso que estas visitas son inútiles
desde el punto de vista de las negociaciones serias que ocurren en la
trastienda. Fundamentalmente son personas que quieren hacer valer su
calidad de pequeña celebridad. La única utilidad menor es a veces abrir
una pequeña ventana sobre Kim Jong-un y su círculo más estrecho", agregó
Daniel Sneider, de la Universidad de Stanford.
Rodman
fue, en efecto, la única fuente sobre el nacimiento del segundo hijo de
Kim, una chica llamada Ju-ae. El tercero fue anunciado, en cambio, por
la agencia surcoreana Yonhap.
Para Kenji Fujimoto, un
chef japonés que durante largo tiempo estuvo en Pyongyang al servicio
del padre de Kim, éste es igualito a su padre. "Como dos gotas de agua
en cuanto al rostro, la corpulencia y la personalidad", dijo.
Agencia AFP