Hay
una gran cantidad de síndromes en el mundo que afectan a muchas
personas, pero sin dudas existen pocos síndromes tan extraños o
preocupantes como este.
La
pérdida de la capacidad de decisión siempre es un tema difícil, pero el
hecho de que una parte de nuestro cuerpo comience a moverse a su propia
voluntad es sin dudas una situación terrible.
¿Qué es el síndrome de la mano extraterrestre?
El síndrome de la mano extraterrestre hace referencia a cierta
patología que sufre una persona cuando pierde el control de una de sus
manos, que básicamente comienza a tomar decisiones propias sin consulta
previa o sin la orden consciente de la persona que lo sufre.
Puede parecer una broma pero este síndrome es un tema serio que además afecta a la calidad de vida de quien lo sufre.
Las personas que viven con este síndrome básicamente se ven obligadas
a convivir con una extremidad de su cuerpo que decide hacer caso omiso a
todo lo que desean, siendo víctimas de la pérdida del acuerdo entre
pensamiento, acción y decisión al que todos estamos acostumbrados.
Las complicaciones pueden ser varias, desde leves a severas, en tanto
la mano puede estar tranquila pero de un momento a otro comenzar a
moverse de forma aleatoria o incluso tomando objetos para lanzarlos por
el aire o tirando al suelo las cosas que están sobre la mesa, incluso
llegando a golpear al individuo que lo sufre o a las personas que están
cerca.
Muchas veces la persona termina generando situaciones de estrés dado
que la mano que está funcionando correctamente debe estar durante todo
el tiempo controlando a la mano afectada por el síndrome para que se
quede quieta.
Por otro lado, es imaginable lo difícil que debe de ser convivir con
una mano que hace lo que quiere todo el tiempo, sin saber cuál será su
próxima decisión.
¿Cuáles son sus causas?
La presencia del síndrome de la mano extraterrestre suele verse más
de lo normal en casos en los que una persona tiene dos hemisferios
cerebrales separados mediante cirugía, en un procedimiento que
generalmente es usado para tratar casos extremos de epilepsia o brotes
psicóticos.
También se ha visto que el síndrome aparece después de cirugías en el
cerebro que aunque no separan a los hemisferios dañan a su tejido o a
zonas del lóbulo frontal, occipital o parietal, produciendo diferentes
condiciones que derivan en este tipo de problema.
Los teóricos están en general convencidos de que este síndrome en
realidad es producto de una desconexión entre la toma de decisiones y
las áreas motoras del cerebro.
No obstante, también existe una teoría que indica que el daño en
realidad no es sobre el movimiento sino sobre el reconocimiento de la
decisión del movimiento; es decir, que la persona en realidad decide
hacer el movimiento aunque diversos fallos en la conexión cerebral no le
permite ser consciente de ello.
También se ha llegado a señalar que el problema de la mano
extraterrestre en realidad podría ser fruto de una falla del cerebro a
la hora de inhibir todas las intenciones que tiene de convertir
movimientos, haciendo que la mano no pueda controlarse. Es decir que,
fruto de este problema, el cerebro termina intentando ejecutar todos los
movimientos posibles que evalúa, dado que no puede inhibirlos si los
considera una mala opción.
¿Cuáles son sus tratamientos?
Lamentablemente no existen aún tratamientos certeros para este
síndrome debido a la complejidad del funcionamiento del cerebro, aunque
las terapias que intentan revertir el daño o recuperar la conexión entre
las diferentes zonas del cuerpo calloso podrían ser útiles en el
futuro.
Por el momento las terapias suelen ir por la linea de mantener a la
mano ocupada dándole algún tipo de juguete o acción repetitiva que pueda
llevar a cabo para distraerse, evitando que tome decisiones que puedan
poner en riesgo a la persona portadora del síndrome.
Las veces que este síndrome se da debido a una lesión cerebral leve
se puede ver cómo los síntomas desaparecen gradualmente con el tiempo,
producto seguramente de la neuroplasticidad.
También se puede intentar poner una prótesis que mantenga a la mano
quieta para que el paciente no sufra de sus movimientos, aunque esto
significa prescindir de su uso completamente.
El primer caso documentado de este síndrome data del año 1908 en
donde un psiquiatra alemán comenta que una mujer diestra que sufrió de
un derrame cerebral le indicó sentir que su brazo se movía solo, como si
otra persona estuviera realizando acciones de forma independiente a su
voluntad.
¿Te parece este síndrome tan sorprendente como me parece a mí? ¿Te imaginas tener que convivir con una mano que se mueve sola?