Un
estudio publicado en la revista científica “PNAS” afirma que el mito de
los vampiros puede haber sido originado por personas que sufren de
protoporfiria eritropoyética, una extraña enfermedad que vuelve a
quienes la padecen extremadamente sensibles a la exposición a la luz
solar.
Los
científicos autores de la investigación explican que los afectados por
esta rara dolencia pueden ser gravemente heridos por los rayos
ultravioletas, aún en días nublados. La exposición al sol hace que
salgan en su piel dolorosas ampollas que pronto generan la desfiguración
del área damnificada.
Quienes son diagnosticados con protoporfiria eritropoyética mejoran
notablemente si solo salen a la calle durante las noches y reciben
transfusiones periódicas de sangre. Por estos motivos, sumados a su
notable palidez, los especialistas creen que esta enfermedad puede haber
originado antiguamente el mito del vampirismo.
En el estudio, además, se recalca la necesidad de seguir investigando
la protoporfiria eritropoyética para mejorar las condiciones de vida de
los afectados.