Pensar
que el universo y todo lo que hay en él nació en el momento del Big
Bang es "uno de los mayores conceptos erróneos", según el astrofísico y
escritor científico Ethan Siegel.
El
universo y todo lo que hay en él nació en el momento del Big Bang. Esta
es una imagen "atractiva y hermosa" que explica mucho de lo que vemos,
pero, "por desgracia", también "es incorrecta", y los científicos "lo
saben desde hace casi 40 años", sostiene en un artículo para 'Forbes' el
astrofísico y escritor científico Ethan Siegel, quien lo califica de
"uno de los mayores conceptos erróneos del universo".
Según recuerda Siegel, la idea original sugiere que el universo
surgió de un estado caliente y denso, y ahora se está expandiendo y
enfriando. Si "seguimos extrapolando" hacia el pasado, el universo se
haría cada vez "más caliente, más denso y más compacto", hasta llegar a
un momento en que "la densidad y la temperatura se elevan a valores
infinitos, donde toda la materia y energía en el universo están
concentradas en un solo punto: una singularidad".
Se entiende que esta singularidad —donde las leyes de la física "se
rompen"— también es "el punto final", que representa el origen del
espacio y el tiempo, sostiene el autor del artículo.
Inflación cósmica
Sin embargo, prosigue, hay algunos enigmas y paradojas que la teoría
del Big Bang no puede explicar, por ejemplo, el hecho de que el universo
tenga la misma temperatura en todos sus extremos, a pesar de que no han
tenido tiempo para comunicarse entre ellos desde el inicio.
En 1979, el científico estadounidense Alan Guth propuso una
alternativa a la "singularidad" del Big Bang: la teoría de la inflación
cósmica, que consistía en la existencia de una fase temprana de
expansión exponencial anterior al Big Bang, y que podría resolver todos
estos problemas.
En este estado cósmico, las fluctuaciones cuánticas seguirían
existiendo, y al expandirse el espacio, se extenderían a través del
universo, creando regiones con densidades de energía ligeramente
superiores o ligeramente inferiores a la media, explica Siegel,
agregando que cuando esta fase del universo llegara a su fin, esa
energía "se convertiría en materia y radiación, creando el estado
caliente y denso sinónimo del Big Bang".
"El Big Bang no es el comienzo del universo"
Para probar esta idea, había que medir las fluctuaciones en el
resplandor sobrante del Big Bang, y encontrar un patrón particular
consistente con las predicciones de la inflación. En los años 1990,
2000, y luego de nuevo en los años 2010, los científicos "midieron esas
fluctuaciones en detalle", y encontraron "exactamente eso", señala
Siegel.
La conclusión "era ineludible": el gran Big Bang "definitivamente
ocurrió" pero después de la fase de la inflación cósmica. Lo que ocurrió
antes de la inflación —o si la inflación era eterna en el pasado—
"sigue siendo una cuestión abierta", pero una cosa es cierta: "el Big
Bang no es el comienzo del universo", concluye el científico.