Si
lográramos descubrir vida extraterrestre algún día, esto sin duda se
convertiría en el hallazgo más grande en la historia de la humanidad. Si
bien la mayoría de las obras de ciencia ficción pronostican que un
contacto con alienígenas podría terminar muy mal, no falta quienes
prefieren aplicar el optimismo.
En
cualquier caso, uno de los interrogantes más enigmáticos relacionado
con este tema es cuál sería la apariencia que tendrían estos
extraterrestres.
La pregunta ha sido formulada por el portal Gizmodo a varios
astrobiólogos dentro del contexto de una reciente teoría que surgió
contemplando la posibilidad de que exista vida microbiana en una luna de
Júpiter y en otra de Saturno.
“No hay que esperar ver un duplicado del Homo sapiens cuando buscamos
vida fuera de la Tierra”, señala Doug Vakoch, presidente de METI
International, un programa de investigación científica y educativa sobre
el envío de Mensajes a Extraterrestres Inteligentes (METI) y la
Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI).
Vida en Encélado
Vakoch no descarta la existencia de vida bajo la corteza helada del
Encélado, una luna de Saturno, que se alimente del hidrógeno que emerge a
la superficie. “Pero son tan frías las aguas del Encélado que sería
difícil imaginar allí una vida mayor que una bacteria”, explicó.
Rocco Manicelli, astrobiólogo de la NASA, coincide con Vakoch al
indicar que “el entorno de Encélado no permite albergar formas de vida
multicelulares”.
El principal astrónomo de SETI, Seth Shostak, sugiere que la forma de
vida extraterrestre que más podría asemejarse a los alienígenas serían
los insectos.
A su vez, Caitlin Ahrens, astrofísica de la Universidad de Arkansas
(EE.UU.), piensa que la vida alienígena no necesariamente debe estar
basada en el carbono, como en la Tierra. Por ejemplo, algunas criaturas
extraterrestres podrían estar compuestas básicamente por un elemento
químico como el azufre.