¿Alguna vez te has preguntado por qué razón después de un largo día
de trabajo o escuela decides lanzarte en tu cama o en un mueble y meterte la mano en el pantalón? Por supuesto, esta pregunta va dirigida a los chicos.
Y es que, seamos sinceros, no hay nada mejor que llegar a casa,
encender la televisión y tirarte en el sofá mientras haces lo antes
planteado.
Resulta que hay razones inconscientes para que juguemos con nuestro pene y los testículos cuando nos estamos relajando, y son relativamente interesantes.
Vanessa Van Edwards, autora de Detector Humano de Mentiras y Lenguaje
Corporal 101: Tu Guía para Leer el Comportamiento No Verbal de las
Personas, escribió que inconscientemente llegamos a esa posición para proteger nuestras “joyas de la corona” de los peligros potenciales, tales como un compañero idiota que te lance un golpe rápido en esa zona.
Esa no es la única razón por la que lo hacemos
De acuerdo con un estudio en la revista Fronteras en Psicología, el
frotar y jugar con estas partes del cuerpo de una manera no-erótica provoca la liberación de una hormona llamada oxitocina, que da calma y tranquilidad.
Así que nos encontramos con una actividad que nos ayudará a relajarnos
mientras vemos televisión o simplemente cuando estamos acostados sin
hacer nada.
Durante el invierno, esta acción se convierte en parte de nuestro equilibrio. Si está haciendo mucho frío, nuestro cuerpo necesita mantener los testículos a una temperatura adecuada,
esto, relacionado con la supervivencia de los espermas, por lo que
meter tus manos ahí dentro, es una acción perfectamente válida, pues se
trata de conservar la vida.
Así que ahí está, ahora tendrás argumentos para debatir cuando
alguien te diga sucio o degenerado si te ven metiendo tus manos bajo el
pantalón, aunque claro, esto no es excusa para que estés todo el día con
la mano metida ahí, o para que te andes exhibiendo por las calles, con
el pretexto de que tu esperma tiene frío o te sientes inseguro.