El nombre de Vladimir Franz pudiera no
resultar familiar, pero luego que conozcas esta historia, no lo
olvidarás. Y es que para muchos será un asombro, para otros, esta
anécdota servirá como ejemplo que nos ayuda a demostrar que el hecho de
tener tatuajes no marca la diferencia entre las personas.
Causa asombro con tan sólo verlo, pues tiene el 90% de su cuerpo tatuado,
aunque obviamente lo que más resalta es la tinta que tiene en la cara y
la cabeza. Sin embargo, eso no quiere decir que sea discriminado o
rechazado, al contrario, es apreciado y reconocido por ser un hombre
bastante culto.
En 2013 causó revuelo en la prensa, cuando 88 mil personas firmaron una solicitud para que se convirtiera en candidato a la Presidencia de la República Checa, dando inicio así a su carrera política. Durante la campaña se ganó los apodos de “Avatar” o “el candidato verde”, por la cantidad de tatuajes de ese color que posee en el rostro.
No
ganó las elecciones, pero este abogado de profesión terminó en tercer
lugar, algo digno de reconocer si tomamos en cuenta que basó su carrera
en su figura y las redes sociales. Tras la contienda electoral fue
nombrado Viceministro de Cultura, cargo en el que se desempeña hasta ahora.
Además de la política, otra área que lo apasiona es el arte.
Antes de trabajar en el gobierno de su país, Franz era profesor de la
Academia de Artes Escénicas de Praga, en donde goza de una excelente
reputación.
Por si fuera poco, también se dedica a la pintura y a la composición musical, incluso en febrero de 2016 lanzó un disco de ópera en su amada Praga, en cual tuvo un buen recibimiento.
En
noviembre del año pasado estuvo en la Ciudad de México para inaugurar
la exposición “Instantes de Luz”, integrada por 28 pinturas de su
autoría, que se exhibió en la Galería Tonalli del Centro Cultural Ollin
Yoliztli.